Madurote se fue de boca ofreciendo su versión de lo sucedido en el Congreso
para la noche de anoche, como el bolero. Pero quedó como lo que es hoy ante el
mundo y lo que no negaremos los
venezolanos: como un mentiroso. Un pobre montaje que no convence a nadie. Y lo
que dejó sentado es esa improvisación
infantiloide y torpe que lo tiene
haciendo el ridículo. Ese es el que con chaqueta tricolor, como una bestia endemoniada, soltaba puñetazos
sin detenerse ante la sonrisa de su jefe, DIosdado Cabello, que como si no
pasara nada frente a él en una omisión culposa que pagará segundo a segundo en
cada letra que se escriba de esta
historia. Diosdado da una declaración
lastimosa: ”Yo he hablado mucho con ellos(la oposición a la que ha
quitado el derecho de palabra por no reconocer a Maduro) Más de lo que ellos
creen(¿?) Porque a veces me salgo para atenderlos en mi oficina”. ¿Qué tal?
Al final o “semifinal” de este capítulo habrá
que agradecerles golpes, insultos, narices rotas, empujones y patadas. Son la
demostración más triste del terror que le tienen a esta Venezuela que despertó, que tienen frente a frente. Y que no se va a rendir. Hoy
impugnamos.
lamentablemente este gobierno usurpador se basa en la violencia apoyándose en delincuentes como estos de la foto. Venezuela no es eso
ResponderEliminarQue tristeza. Solo espero el día que esto termine para verles las caras, no tendrán lugar donde esconderse porque a donde vayan serán señalados por sus malas acciones.
ResponderEliminarCaramba que personajes son estos tipos sin pudor, francamente que descaro
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