lunes, 31 de enero de 2011

Y todavía hay quienes comparan a CAP con Chávez

En estos días, y no sé si ese subconsciente de uno que hace de las suyas a veces tiene que ver con ello, me he puesto a buscar a Carlos Andrés más allá de mis recuerdos y mis sentimientos.
Creo que se lo debía, porque a pesar de mi cariño que lo defendió de mi misma, necesitaba saber más. José Agustín Catalá, afortunadamente ese amigo queridísimo con que cuento más que nunca, me invitó a leer un libro editado por su editorial Centauro::”¿Absuelto por la Historia?”, de 1994 y marzo del 2007 que contiene importantes opiniones nacionales e internacionales derivadas de su condena que “no expresan alabanzas de ningún género, antes por el contrario, algunos son duramente críticos, pero despojados de odios y de ofensas contra el preso”, como deja sentado su editorial.
Y así, de manera directa y simple, Carlos Andrés, a través de los participantes, impacta en su circunstancia política, su personalidad acusada tanto de egocéntrica y “policía” convertida en honrosa y comprensiva obediencia a la democracia perfectible, confusa, manejable.“ Es un animal político, que no rehúsa la confrontación. Sabe manejarse como pez en el agua en los océanos de la política .Merece un poco de respeto”. Eso lo escribió Héctor Mujica. Comunista, periodista, político. A quien solo los mentirosos podrían calificar como “perezista” o “hipócrita”. Y hay más opiniones, más detalles, más información y más personajes. Y uno, que desde la trinchera mediática y también el desconcierto al que te llevan los sentimientos encontrados, seguía el día a día, se sumerge en estas páginas y vuelve repasarlo ahora con la frialdad del tiempo y la realidad de sus consecuencias.
Carlos Andrés Pérez fue un internacionalista, un presidente que se atrevió a retar fuerzas poderosas para poyar otras que sin su ayuda no hubieran sobrevivido. Yo viví en carne propia lo de Nicaragua. Mi hijo de veinte años se graduó de psicólogo en Estados Unidos, me pidió le mandara botas a Costa Rica porque empezaba a trabajar con la universidad y le tocaba caminar mucho subiendo a los pueblos circundantes a los volcanes. Y se fue al volcán en erupción que era Nicaragua a enfrentar con su joven corazón lleno de sueños a los contra y Somoza. Él, con sus veinte años y sus sueños, y Carlos Andrés con su compromiso, hacían sufrir mi corazón en ansiedad en la coincidencia histórica. Entonces los nicas veían en el venezolano un aliado valiente, oportuno, útil en defensa de la libertad.
Hoy, cuando se degrada la responsabilidad del líder y el gobernante, cuando en aras de una ambición enfermiza de poder se malversa, se niega a Venezuela cuentas claras de sus recursos y fondos, cuando el silencio cómplice y la chequera petrolera violan principios y derechos, Carlos Andrés muere y renace. Pudo irse. Y no se fue. Pudo rendirse. Y no se rindió. Se trastocó la historia y lo consentimos.
Y todavía hay quienes comparan a CAP con Chávez:”Por Dios! Ese hombre cometió el peor delito, después de la traición a la Patria, que puede cometer un militar: usar las armas de la Republica para dar un golpe de Estado; Chávez es un cobarde que se refugió en la sede del MIn. De la Defensa mientras sus tropas peleaban en Miraflores. Estoy dando otro ejemplo y aquí espero el veredicto de la Corte Suprema de Justicia”. CAP desde el retén Judicial del Junquito.
Ese hombre…sigue caminando la Historia!

sábado, 22 de enero de 2011

Ese “YO” necesita ayuda y no quiere aceptarlo

¡Bueno! Definitivamente, ya no hay lugar a dudas! El País no puede seguir ignorando que lo que estamos viviendo con la conducta incoherente, agresiva de Hugo Chávez, se sale ya de lo normal.
Ya nos hemos acostumbrado a sus cambios de humor, a su narcisismo, a su impetuosidad desbocada, a sus amenazas y engolamientos, a su agresividad y desvaríos, pero ni son normales ni seguros para la salud de Venezuela.
No es un rumor, ni un invento, ni son “bolas” para atacarlo. Yo no soy siquiatra ni abogada, no sé de términos jurídicos y cualquier pretensión de hurgar en mentes ajenas me inspira respeto, nunca me he atrevido a hacerlo. Soy sencillamente una venezolana preocupada por lo que nos pasa y lo que veo, lo que siento, y lo que intuyo. Por lo que está a la vista.
Tal vez los micros de Globovisión de “Usted lo vio” no lleguen a la mayoría, tal vez tampoco son suficientes para poner cada acto, cada gesto, cada insulto, amenaza o incoherencia en la que el “presidente” cae a cada momento, pero están allí, son evidencias que están a la orden de cada uno y todos los venezolanos.
Creo que en el fondo de esta agobiante angustia que vivimos hay un temor contenido por esto que nos deja ver Hugo Chávez, por ese descontrol, esas confrontaciones consigo mismo, esos exabruptos incontenibles que hablan ya de una personalidad aquejada que necesita ayuda, y en el torbellino de sus desórdenes y fantasías, no puede frenar las reacciones que una y otra vez y peligrosamente, violentan y exponen la vida de la Nación.
Ya nada nos sorprende… pero ya tampoco hace gracia. El mismo público aplaudiendo, irresponsablemente, hechizado por un animador barato que no puede vivir sino en pantalla. Un verbo incitando al odio, la venganza. Una convocatoria tenebrosa que sin límites, enfermiza, y perversa, induce a la anarquía invocando una diferencia de clases que Venezuela llevaba superado ya desde hace muchos años. Y sobre las diferencias y el odio no se construye.
La conciliación es el único camino. Pero esos no son los objetivos… masacrar, enterrar, triturar…expropiaciones, invasiones, impunidad. Hoy un cordero, mañana otra vez “el coco”, el dueño, el “Libertador” del siglo XXI convertido en “Comandante” por los regalos, las conciencias compradas, el poder absoluto. Pero aquí estamos, espectadores de este teatro con un solo protagonista y un vasto público que se obliga a aplaudir, a reír, a levantar el puño por vicios, por intereses turbios, por miedo y por ese hechizo que es la ignorancia frente al que ordena, el que grita, el que vocifera. Al desenfreno que reta la razón.
No se trata ya de un hombre poderoso con ínfulas de tal o cual cosa. Un militar con suerte… un pueblo equivocado, traicionado. No. Es una Venezuela en peligro, hoy puedes ser tú el que maten, el que secuestren, el que expropien, el que invadan.
Cualquier exabrupto es posible, cualquier cosa puede pasar porque hoy sí mañana no, hoy te quito mañana te doy, yo, yo, yo, ese “YO” necesita ayuda y no quiere aceptarlo, no lo puede reconocer, biológicamente no puede aunque quiera.
Esa es la gran tragedia.


jueves, 20 de enero de 2011

Incoherencia de pronóstico

El titular de “El Universal” este domingo ratifica , sin lugar a dudas, el tipo de gobierno de Hugo Chávez y la personalidad carente de todo espíritu democrático que lo caracteriza y que ya conoce el mundo entero, que a estas alturas lo único que no conoce es la capacidad estoica de “aguante” de este pueblo.
Porque no es que no queramos cambiar estas reglas impuestas por él. Porque en cada provocación electoral se o dejamos saber hasta que por fin ganamos la mayoría que hoy se lo demuestra. Quiero creer que hemos aprendido la amarga lección.
Que sabemos lo que hay que hacer. Muchos afirman que esto es un “recule”, que su incoherencia mostró una debilidad obvia y tiene mil razones para estarlo porque ni siquiera los graves desórdenes que aquejan su personalidad pueden ocultarle esta sombría realidad que es Venezuela doce años después de su llegada al poder.

Las incoherencias de Hugo Chávez fueron pronosticadas por muchas autoridades psiquiátricas como una etapa prevista en su cuadro médico. Ese acto desde el Congreso dejó ver muchas cosas, el muchachote de Sabaneta brincaba de una cosa a otra entre la melancolía, la mentira, la amenaza velada, y los resabios contenidos. Recurre a los recuerdos afectivos mientras gerencia el discurso. Es así que comienza mintiendo y tengo toda la autoridad para refutarlo: nunca en su vida compartió conmigo escenario alguno animando algo.

Yo no lo he escuchado nunca nombrarme pero cuando lo ha hecho ha mentido. Era un hombrecito gris metido en un uniforme más que se ganó el nombre de “taburetito” porque era el encargado de llevar un taburetito cada vez que un cadete más alto que yo, que eran casi todos, obligaba a mover el micrófono y para no alterar el sonido, era mejor ir y traer el taburetito. YO no me permito la lástima con este personaje porque me duele mi país y ni cinco columnas semanales, programas de opinión en todos los medios, y cuatro libros en estos doce años han podido calmar este mea culpa por haber dado un voto a la rabia que llenaba mi corazón, este mismo que en pulso doloroso sufre esta pesadilla que es la destrucción de Venezuela en sus recursos, sus principios y su paz. Basta señalar algunas de las cosas que dijo manipulando una opinión que lo ha visto violentar lo que sostiene: “Vamos a debatir”.-a Julio Borges.-“Eso sí, sin mentir!”

“¿De dónde saca Mezerhane que yo lo estoy persiguiendo”? “Yo llamo a que cada vez nos enseriemos más en este tema de la seguridad”. Después de cinco horas con todos los medios encadenados a su capricho manda a suspender la cadena y dice: “Terminó la cadena, Gracias a Dios!” .”El incremento en la inversión es extraordinariamente grande si COMPARAS EL PASADO RECIENTE CON EL PRESENTE”.- Qué es esto? “Esto no es comunismo. El comunismo prevé eliminar el Estado y la propiedad privada.

Eso no está previsto aquí”!. Entonces….en el aire, en la prensa, en el ambiente está el sentimiento intenso por las expropiaciones, por el control, por el militarismo y él se inventa que “animó” espectáculos conmigo y que Venezuela es de él. Ya ni es gracioso ni asusta. Es un mentiroso más.

domingo, 16 de enero de 2011

Aquí se trata de la Democracia

Yo no tengo muchas esperanzas en que la OEA llegue a alguna conclusión. Y no lo aseguro por echarle tierra a Insulza, sino porque si es cierto que cualquier decisión, fallo a documento depende de los estados que componen el organismo internacional, por ello resulta casi imposible. El mismo Insulza da origen a esa desconfianza. Hizo obvia la posición ambivalente de los Estados.

Y es lo que hemos venido viendo desde que las leyes promulgadas por Chávez salieron a la luz. Aquí no se trata del Secretario de la OEA ni de fulanito o sutanito ni del organismo internacional. Aquí se trata de la Democracia. Y es inconcebible como se ha quedado sin dolientes.
Uno ve a Santos, a Piñera, por nombrar apenas dos de una lista que se supone larga, hombres y mandatarios que se jactan de ser democráticos, de una autoridad moral que garantiza la salud y el progreso de los pueblos, y se queda esperando que alguno alce la voz contra los atropellos que contra misma Democracia se hacen. Han tenido todas las oportunidades para defenderla, para hacer sentir un peso cierto en el destino de la libertad y la justicia, es noticia cotidiana la violación a la Constitución y el avance de un proyecto que ahoga el espíritu de Venezuela, que controla, limita y agrede derechos y recurso humano, y un hermetismo cómplice, hipócrita, es la respuesta única ante el compromiso ineludible de la transparencia y la lealtad a principios y valores.
En Unasur, abrazándose unos a otros en la fotografía de rigor, uno los veía y tenía que preguntarse con el corazón helado de incredulidad y decepción: “Y quien va a ponerle cascabeles al gato? ¿Estos? Porque no se trata, insisto, de frenar a un militarcito folklórico, bufón de sí mismo, que arriesga al país en sociedades peligrosas, colmado de graves desórdenes de personalidad, feo, rollizo, vulgar, que traicionó a la gran mayoría que lo eligió en el juego democrático ofrecido, que regala lo que no es suyo, amenaza, insulta…y etc. No.
Los poderosos pasan… y los pueblos quedan. Y Venezuela ha luchado mucho para ser libre. Su democracia ha costado mucha sangre y un arduo y doloroso aprendizaje. Con todos sus errores, es perfectible. Cuando no somos libres estamos luchando para serlo. Yo escribía en estos días que y lo sigo escribiendo, que ponerle fin a esta pesadilla es asunto nuestro y lo conseguiremos cuando cada hombre, cada mujer, ejerza con responsabilidad y valor el oficio de ser venezolano. Ningún otro, nadie más, va a hacer lo que nosotros tenemos que hacer. Nos sentiremos mejor cuando lo logremos, volverán el entusiasmo, la ilusión y la fe. Tendremos que hacernos sentir en el peso de nuestro destino.
Saber el tamaño mismo de nuestro compromiso que comienza desde que nacemos y se nos pone sobre los pequeños hombros “venezolano”.

domingo, 9 de enero de 2011

Declaraciones de Insulza sacaron de sus casillas a Chávez

Por supuesto que las declaraciones del Secretario de la OEA sacaron de sus casillas a Hugo Chávez.
Estaba acostumbrado a que Insulza fuera ciego, sordo y mudo ante sus desatinos y vulgaridades contra todo y todos. Pero estas recientes atrocidades en violaciones constitucionales y abusos de poder, sin contar el constante agravio a personajes y venezolanos en general, provocaron una reacción que no podía ignorarlos, porque no es que esta Ley Habilitante viole la Carta Democrática, es que es la Democracia misma la que es agredida y atropellada y el papelón del organismo internacional no soporta ya otras indolencias que aumenten las críticas y desconfianza contra su misma existencia.

Entonces lo que se les ocurre es acusar al Secretario de encabezar la oposición obedeciendo órdenes de los Estados Unidos. Pero es que ya los únicos engañados son los que quieren serlo. Se acabó “el embrujo”. Aún los “socios” del proyecto saben quién es, es astuto, tiene dólares, petróleo que utiliza estratégicamente, y poder.

Un poder que se creía absoluto. Pero he aquí que no. Este 2011 lo recibe con diputados opositores en el Congreso que a pesar de las leyes de rapiña y las amenazas e insultos como es la vociferante incitación a la violencia con la consigna de “triturarlos” y minimizar su gestión, fueron llevados por la voluntad nacional que se manifestó contra su mandato.
Que Insulza reacciones es lo justo. Lo oportuno y lo obligado. La democracia tiene que tener en la OEA dolientes porque ya no puede permanecer muerta ante su deber y razón de existir. Es vergonzosa la indiferencia y el silencio cómplice de los demócratas que responden a sus intereses ignorando sus compromisos con ella. ¿Con qué autoridad moral hablan a sus pueblos de la Democracia cuando no son capaces de reclamarla cuando se viola, cuando se agrede?

Ya quisiera yo ver al pueblo argentino, chileno o brasileño calándose las cadenas mediáticas, los insultos, las relaciones internacionales cómplices del autoritarismo, la corrupción y el militarismo desenfrenado, degradado en su condición de servidor y garante de la libertad y el honor.

Venezuela no es la misma. Ya empieza otro año, con representantes en el congreso, es bastante aunque no suficiente. Yo siento que nos hace falta demostrar y demostrarnos ese ardor por cambiar esta pesadilla que es una realidad que se le hace agobiante y causa ira y temor a Hugo Chávez.
Que aunque no quiera verlo, encerrado en su fantasía enfermiza, comienza a escocerle la soberbia característica de esa personalidad de graves desórdenes que no puede controlar.
Insulza tiene que enfrentar esa ligereza, ese servilismo hipócrita de quienes hoy no han dado siquiera señales de alarma por esta degradación y atropello a la libertad y la esperanza del pueblo venezolano que ya ratificó su deseo de cambio en una mayoría que atormenta y enfurece a los que obedecen todavía las ordenes que les humillan.
Venezuela no está sola. Está con ella misma. Y sabe qué hacer.

lunes, 3 de enero de 2011

Que el 2011 sea un año de libertad

Termina este año. Van a ser las seis de la tarde de este viernes que todavía tiene que vivir los cohetones que hacen llorar a los perros y revientan las sirenas de los carros, para unos sonidos de encuentro y alegrías y para otros de memorias dulces o amargas de quienes ya no pueden estar con nosotros. Para todos, momentos de ansiedad, de espectativa aunque estén sobrecargados de impotencia y dolor. Para Venezuela el 2010 ha sido un año duro, pero no podemos decir que otros desde que Hugo Chávez llegara al poder ha sido fácil. En lo absoluto. Ha sido un año de resistencia cruenta. Aunque no podamos desconocer que para este hombre enloquecido y voraz haya sido el mejor. Porque este país no le permite arrodillarnos, ni ha podido acabar con esa llama viva que es la cultura democrática que sigue siendo su camisa de fuerza. Hoy, a pesar de las leyes autoritarias, de la violación sistemática a la Constitución y sus leyes, Hugo Chávez ha perdido terreno, se ha desnudado ante la opinión internacional y los venezolanos frenan sus excesos y han perdido el miedo aquel que provocaba sólo una tanqueta o el rostro iracundo del “coco” que nos desvelaba cuando éramos niños. Mientras la opresión ganaba terreno, muere un demócrata. Carlos Andrés Pérez muere en Miami y finalmente se decide su regreso a Venezuela después de un polémico debate. Llegarán sus restos a enfrentar la barbarie que no garantiza que sean respetados. Tendrá que tener seguridad para que no pinten grafitis soeces o cargados de ese odio enfermizo que no respeta ni vida ni muerte. Algunos luchadores se han ido sin poder ver la democracia ajustar medidas y saldar cuentas, pero el tiempo y la verdad son implacables. Este horror no es Venezuela. En lo profundo de su alma, esta tierra llora su angustia, su desesperación ante el agravio constante, la humillación descarnada, la impotencia. Cada vez que esa imagen punzante, desequilibrada, arremete contra los venezolanos que se atreven a disentir de este militarismo sofocante, de esta enfermiza obsesión de poder, sentimos el ardor de la frustración, de la rabia, ese sentimiento que nos era desconocido y ahora se ha instalado en nuestras emociones , en nuestro espíritu. En días pasados, conversando con ese hombre respetado y querido que es el ex Presidente Ramón Velásquez, él me decía que esta degradación, este estilo de abusar del poder, esta intención perversa de dividir el pais, de utilizar las diferencias sociales para incentivar el odio, tenía su fin marcado. Porque esto no es Venezuela. Añadía con esa seguridad de quien augura sobre raiz segura que Venezuela siempre lucha por su libertad , se ahoga en la opresión. Y yo le creo. No sólo porque ha llevado en su pulso la vida misma de esta tierra sino porque conoce bien su alma atormentada. Para este 2011, hay que desear a todos un año de libertad… solo asi, libres, viene la felicidad. Y no este tormento silencioso que nos desgarra por dentro. Cuando luchamos intensamente por algo, estamos mas cerca. Adelante, pues!