Jesús Peñalver siempre logra fotos mías que no me espantan...que por el contrario me tranquilizan.
Esta es de un reencuentro muy especial en el teatro de Chacao y en ocasión del acto realizado con artistas, periodistas, trabajadores del mundo cultural y periodístico, todo ese gran equipo de obreros de ese mundo mágico, inquieto.
Quiero agradecer, además, el cariño y las manifestaciones de todo ese grupo inmenso que se dio cita para apoyarse y apoyar a Henrique Capriles Radonski en esta desigual y ardorosa lucha presidencia.
Cada uno puso lo suyo. Un singular sentimiento íntimo, afectivo, creó el ambiente para que el candidato se luciera. A mí me sorprende siempre esa capacidad que tiene Capriles para meterse en el ánimo de cada tema, de cada espacio.
Y esta vez lo hizo sin esfuerzo, adentrándose en la emoción de cada uno y todos, ubicándose en esa duplicidad de personalidades que tenemos los que enfrentamos con nuestro quehacer, nuestra responsabilidad actoral o literaria, periodística, la atención de otros y esa otra que somos como seres humanos con nuestras debilidades y sentimientos que confronta la autosuficiencia y la fuerza que parecemos controlar.
Henrique rememoró momentos duros reconociendo el valor que diferentes personajes ayudaron a superar, destacó a cada uno Por su nombre y sus actuaciones, agradeció, provocó risas y llantos.
Desde allí salía a Ciudad Bolívar, sin descanso. Ya lo esperaba desde temprano una multitud ansiosa que provocó otro encuentro, otros objetivos, otro discurso. Yordano nos puso a todos a corear “Por estas calles”. Anhelando con todos que el tema, exitoso y marcando una época sombría, no tuviera otra vez ese mismo significado.
Para el domingo, la Avenida Bolívar. Uno ve a este muchacho incansable, desafiante, que representa tanto para este País tan querido, tan dolido, y no puede más que dar gracias a Dios y a la vida de tenerlo en esta hora tan apremiante en su esperanza de libertad de paz. Ya Venezuela no puede más...Leonardo Padrón conmovió en su dramático llamado desde su alma herida. Pero ya no es la misma, y eso lo sabe el gobierno extralimitado en su poder y su provocación.
No puede ignorar esta energía, esta fuerza que impulsa la figura delgada y vigorosa de Capriles Radonski.
Esa Venezuela palpitante, decidida que no tiene miedo. ...la que se dejó oir en estrepitoso cacerolazo desde El Valle para recibir a Maduro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario.
ISA DOBLES