Entre cielo y tierra |
Lo que
siempre impresiona es el vigor de Capriles, el desafío talentoso. Uno lo ve
abrirse paso entre la gente, entre
desconocidos, el pecho apretujado por otros, expuesto, descubierto. Yo no sé si
es la presión, la intensidad de esta
campaña que es mucho más que eso, esta oportunidad única y definitiva, este despertar que ya no
se puede esconder ni frenar, esta Venezuela
desbordada que parece otra,
totalmente distinta y lejana a la que agobiada pareció entregar a la suerte su
propia existencia. Capriles sigue
adelante empecinado, inteligentemente.
Su llegada a las playas falconianas imprevista, brillante, el
inicio alegre y contundente de hoy, la expectativa que ha fortalecido en este esfuerzo indoblegable,
provoca el respeto popular. Un país humillado en la mentira y el engaño
busca con este muchacho audaz y seguro, aire fresco. Han alejado al propio
líder Castro comunista desaparecido de
ese fervor en la emoción de sus
seguidores porque no sólo lo han minimizado en torpezas y abusos, sino que han sobresaturado la medida
de su exposición hasta fracturarla entre el cansancio y el rechazo. Ya Maduro no sabe que inventar. Pajaritos y espejitos, silbidos,
familiares y mentiras unas tras otra. Ante todo el poder vulgar, indecente,
ante la desvergüenza de las instituciones
cómplices y funcionarios arrodillados, una Venezuela alerta y sin miedo, impetuosa y entusiasta, sigue adelante indetenible.
La Venezuela en positivo |
Mire los rostros....están todas las edades, todos los sueños, todas
las angustias de la
larguísima historia de estos últimos años de divisiones, amarguras y venganzas.
Es la
convocatoria de coraje y unidad, de una
sola tierra sin diferencias. Capriles
contagia, convence, provoca. La ilusión
está allí.
El oficio de ser venezolano tiene este 14 por cumplir
un compromiso histórico de honor
y de fé.
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ISA DOBLES