lunes, 8 de abril de 2013

Henrique estuvo impecable, aguerrido, corajudo y directo

La amiga que me envió la foto por tweeter  la tituló: “La paloma de la paz en la Av. Bolívar”. Nadie la puso...Ella  estaba allí como la multitud...sin que la mandaran.
Henrique  llegó además con sus dos perros Mucuchies regalados en Mérida en su campaña anterior, dos  perros hermosísimos que también fueron aplaudidos.
El ambiente  era algo impresionante, recargado de emoción, eso que  abunda en cada acto, bajo el sol  inclemente que parecía no asustar a nadie. Llegaba y llegaba gente, por túneles y calles y autopistas crecía aquello  que parecía no detenerse, aun cuando   muchos se devolvían, muchos  venían. Y Henrique  dio respuesta a la ansiedad.
Estuvo impecable. Aguerrido, corajudo, directo. Admitió que hace unos días no hubiera podido  asegurarlo, pero que sí, que ahora sí, que  lo logramos. Llegamos. Y vamos a ganar.  No  titubeó señalando desatinos,  definiendo  manipulaciones y mentiras, tocó problemas y realidades, seguro, desafiante. Solo frente a este reto inconmensurable, con el poder desplegado sin ética ni consideración, lucía gigantesco allí, frente a la más grande concentración desde 1999.
Al concluir el acto, su madre acudió a abrazarlo. Ya yo lo estaba viendo por Globovisión después de caminar treinta cuadras que me obligaron  a reconocer mis ochenta años. Esa imagen me tocó en lo más íntimo. Pensé en  las noches de angustias, de desvelos de esa mujer que  merecía ese abrazo. Y en el muchacho que  dejaba caer en ese instante presiones,  ansiedades y hasta temores en  aquellos brazos que lo venían  cuidando desde los primeros pasos cuando  daba tropezones aquí y allá que ella no podía  evitar.
Ese lado humano, de esfuerzos infinitos y distancias, de riesgos y sobresaltos, esos de  necesidades y confusiones, uno nunca se los permite con el luchador político, la maquinaria lo convierte en otra cosa que no deja paso a la  apreciación de esa entrega de su propia vida. 
Pero esta Venezuela que cambió con Henrique, que cambió su agobio y su impotencia con este muchacho retador y vigoroso,   sintió el abrazo...
Fue un instante de amor. Y de paz. Esa palomita se detuvo allí, a las espaldas de Henrique porque sintió que hablaban de ella. Que sería bienvenida.

2 comentarios:

  1. Mejor dicho: IMPOSIBLE. Qué orgullo, tía. Qué momentos tan importantes estamos viviendo!!! Gracias por regalarnos siempre tus palabras perfectas... Y, así como lo dijo Henrique el día de la manifestación de los artistas, yo también te veía allí, sentada, guerrera, digna, y sólo sentía que quería llorar. Gracias por tanto!!! Jorge Antonio

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  2. Querida Isa,recuerdo sus programas de TV ,al igual que muchos,crecí viéndola.El día del especial de los artistas con Capriles, lloré de emoción al ver tantas caras que ya no vemos. Que orgullo y que valor. UD siempre impecable en sus comentarios, siempre puntual. Dios nos bendiga a todos y permita, con nuestro voto decidido , consciente y contundente voltear esta nefasta página de la historia de nuestro país y reconstruir a una Vzla fracturada, dividida, herida en lo màs profundo, pero que sigue de pie, con la esperanza puesta en un futuro lleno de unidad, progreso, libertad y oportunidades para todos. Dios la siga bendiciendo , que hermoso ejemplo nos sigue dando a quienes la admiramos y respetamos. Un abrazo. EJRB.

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Gracias por tu Comentario.

ISA DOBLES