Hace once años una Venezuela entusiasta, inmensa, se tiró a las
calles confiada y retadora. Los que caminábamos hombro a hombro cantando,
levantando banderas y pancartas, creíamos todavía que podíamos salir a manifestar sin miedo, sin suponer siquiera que quienes gobernaban y
eran dueños de armas y odios, pudieran
disparar a matar sin que les temblaran
las manos. No sabíamos entonces lo que hoy sabemos, no habíamos sufrido lo que
hemos sufrido ni llorado seres queridos como hemos llorado. Una Venezuela de mentiras, insultos, degradaciones y venganza fue creciendo indetenible, expropiando,
encarcelando, silenciando, persiguiendo, convirtiendo la mentira en confusión,
trastocando la historia, profanando y envenenando el alma del País. Ese 11 de
Abril se hizo evidente la brecha que se alimentaría con la traición a los
valores fundamentales de la familia, y
la obsesión de un militar de poco brillo que aprovechó el descontento y la
debilidad del liderazgo para traicionar
a millones de venezolanos. En estos años
de durísima lucha, una Venezuela
innovadora, desafiante, cambió su
perfil. Desde los medios de comunicación, durante largos cincuenta años uno ha seguido esta
historia vibrante y desgarradora dando entrada a esa Venezuela que hoy , otra vez, y en ti, tiene en sus manos su destino.
Yo recuerdo haberte entrevistado tres veces. Muy poco. La primera,
eras Presidente del Congreso y tenías 26 años. Cuando te pregunté entonces, en RQ
910 cómo veías tu futuro, qué ibas a ser
y hacer después de ser Presidente del Congreso y a esa edad, me contestaste: “
Eso lo va a decidir Venezuela. Yo la voy a servir en lo que ella me exija”. Sin empujar a nadie, hoy tienes en
tu espíritu la fuerza y el talento que impulsa la
voluntad de mas de la mitad de este país,
no has descansado. Cuando aquella foto de Leopoldo Lopez y tu llenó
las primeras páginas y las pantallas, yo escribí que con ella cambiaba la
historia. Ustedes habían aguantado lo suyo...Despotricados , insultados por las
bandas , eran acusados desde el poder de “mariconsitos” e “hijitos de mamá y
papá” en espacios públicos y mordacidades de mal gusto que todavía se es cuchan
aquí y allá en voces del liderazgo de
ilimitada mediocridad. Pero ese abuso de
poder, ese constante irrespeto, esa desconsideración humana, colmó el
hartazgo de un pueblo que no es así, que no sabía sacudirse, como defenderse de ese peso que quería arrodillarlo mansamente sin permitirle
siquiera respirar y mucho menos recobrar lo que siempre ha sido. Y aquel luchador consistente y tenaz que eres, cambió el discurso, nunca dejó de
apelar a ese pueblo traicionado, a su identidad y su compromiso consigo mismo y Venezuela, desmontando el engaño y la traición. No hizo concesiones en
cuestión de principios. Y allí se encontró con
Venezuela.
Cuando me abrazaste en el acto de Chacao con los artistas, me
diste las gracias por estar allí contigo.
Y yo quiero repetirte lo mismo que te
dije allí: “Gracias. Estoy feliz de estar contigo”. !De corazón!
Isa
Tremenda carta Isa. Muy buena!
ResponderEliminarGracias por refrescar mi memoria con las 3 entrevistas y por apoyarlo. Te vi por TV en el acto de Chacao
ResponderEliminarSiempre tan buena pluma Isa. La historia se sigue escribiendo, pero esta vez,confío en que será un capitulo bonito. Todos y cada uno tenemos un compromiso con la patria. Con nuestro elegido a la cabeza, no tengo la menor duda que cumpliremos. Votaremos, ganaremos y cobraremos
ResponderEliminarSiempre la he admirado mucho. Y se me aguó todo cuando Henrique le dijo "Me recuerdas a mi abuela'; esa luchadora, sobreviviente del holocausto. Tú eres ejemplo de generaciones, todos los comunicadores deberían seguir de cerca su trabajo. Lindas palabras. En el nombre del Señor
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