Dario Vivas, Chavez y Simón Bolívar

Mientras los aviones rusos pasan sobre mi cabeza aturdiéndome con el ruido, los “guerrilleros” adolescentes , los milicianos estrenando uniformes, los insultos en la bocota presidencial, las armas entregadas como combos, los autobuses esperando en cola, la cadena de medios imponiéndose como desde hace once años sobre gustos y emociones, la cisterna esperando llenar el tanque de agua vacío y pidiéndole a Dios que esta tosecita no pase de ser alérgica porque cualquier medicina es impagable y eso cuando se consigue, veo a Darío Vivas, uno de esos chavistas con los que uno no quiere encontrarse en una calle solitaria porque temes lo peor, esos rostros contraídos de odio y venganza que hacen a Venezuela fea agresiva, asegurando que la oposición no quiere a Bolívar porque cuando aquellos terribles sucesos de Abril con la masacre de Miraflores, lo primero que querían hacer era quitarle el “bolivariana” a la hasta entonces “República de Venezuela”.

Por supuesto que discutir eso con Vivas es perder el tiempo. No es que Venezuela, porque aunque les cueste aceptarlo, la oposición es Venezuela, no quiera a Bolívar. NO, lo que no quiere es a Bolívar personificado en Chávez.

Lo que rechaza es este Bolívar de Chávez distorsionado, irrespetado. Y por un sentido básico de respeto, el exceso de “bolivarianismo” que no es más que mal gusto y abuso, nos fastidia, nos choca. Pero Chávez ha logrado eso. Y eso es doloroso y es desleal con el hombre que es Venezuela en una de las gestas libertarias más grandes y ejemplares de la Historia.

Yo vengo desde hace rato insistiendo, reclamando, el interés de los venezolanos por recuperar el Bolívar que es. Me he pasado horas escribiendo y enviando correos, movilizando ideas. Convocando gente.

Pero una cosa es Isa Dobles con un programa de radio o tv y otra una periodista soñadora, sentimental, sin medios, luchando sola con su computadora para reactivar el espíritu agobiado de una Venezuela indiferente. De seiscientos correos, recibo 20 respuestas.

Uno se desespera y se deprime ante esta pasividad , cuesta seguir creyendo, la esperanza luce lejana. Pero seguiré insistiendo…Porque no quiero aceptar que Venezuela es esta que se decide a recuperar el rojo en la moda y no le para a recuperar, a arrancar de las manipulaciones y mentiras de Chávez a Bolívar.

Darío Vivas puede creer que no queremos a Bolívar por eso, porque no lo peleamos, porque no somos contestatarios a los abusos que de él y sus preceptos de libertad hacen Chávez y los suyos. Por eso si. Yo trabajé toda mi vida porque con sus debilidades y grandezas se le respetaran, y en esta lucha solitaria seguiré hasta que me muera.

No soy la más sabia en mi humilde conocimiento de Bolívar, pero tengo la autoridad moral para dar la cara cada vez que pueda para reclamar lo que le ofenda. El problema es sencillo y mío: yo crecí aprendiendo de la libertad y la dignidad a través de él, de nuestra historia. Y soy leal a eso. Me da rabia sentir lástima por los venezolanos que pueden olvidarlo. Porque es parte de la entrega que hemos hecho de todo.