Diosdado en Cuba con el Ministro de la Defensa “reunido con Chávez
recibiendo impresiones y nuevas órdenes”. José Vicente y Rodríguez Araque “bautizando”
un libro del excomandante guerrillero sobre su “epopeya” con gran desborde de
afiches y publicidad como puede hacerlo un gobierno como éste que no escatima
en el culto personal y la propaganda heroica, y Maduro, “Madurito”, tratando de
llenar el papel del “paciente barinés” en su expresión más lastimera y
grotesca, pero además de una torpeza tan demoledora que a estas alturas hay que
reconocer que ninguno mejor que el propio Maduro para destruir a Nicolás.
El tiempo, el implacable, pasa y pasa, no se detiene un segundo, y en
su dureza, es, sin embargo, el único que aquieta la mente inquieta, que calma
el corazón herido.
“Madurito”, como se le llama
ya, se ha propuesto no permitir que esto pase. Corre de un lado a otro del
territorio y la emoción, provocando aquí, amenazando allá, insultando, pero
donde se atasca todo, palidece y no logra el tono histriónico ni el propósito
intencionado de conmover, asombrar, cautivar, es cuando recurre a lo que era un
bocado suculento en Chávez: lo épico, lo histórico, lo sublime.
Yo estoy escribiendo dos libros
a la vez. Paso mucho tiempo investigando, revisando, otro en Twitter, me
encanta esa inmediatez de lo propuesto en 140 caracteres, y además escribo 7
columnas diferentes semanalmente. Pero este compromiso vital que es mi país me
mantiene cautiva de cualquier hecho, y cualquier información.
¿Y cómo puede uno salvarse de
este agobio, de este horror que es Venezuela hoy? ¿De estos especímenes que
tienen hoy nuestras vidas en sus manos? Imposible. Y si a eso agregamos la
angustia y la impaciencia ante esta oposición desconcertada, hasta molesta y
apática, entonces….
Hay veces que unas cosas te
pegan más que otras..
La verdad es que llevamos leña
sin parar: La masacre de Uribana. La frialdad y la indiferencia, la agenda que
luce planificada en la intención perversa de ir “desalojando” a costa de vidas
humanas; el hombre que mató a la madre en sacrificio para “curar a Chávez”; el
cunaguaro y la mutilación de sus patas y el misterio; el teatro urdido
convocando a familiares de “las víctimas” de abril de 2002 para detener la
solicitud de la hija de Simonovics condenado a muerte por la caprichosa
perversidad de Hugo Chávez; la “pesquisa” obscena de la Fiscal “carita de
culebra” a los Comisarios porque si han mejorado, tienen que regresar a la
cárcel, o sea, lo único que te salva es la muerte.
Es lo más oscuro del alma venezolana, ese manejo inescrupuloso y cruel
del venezolano.
Y entonces aparece “Madurito”
en una imagen penosa, ridícula, ante rostros incendiados de odio rodeado de
lanzas y una muchacha gritando: “¡tómate el tiempo que quieras Chávez, no
vuelvas hasta que quieras!”
Y el poder omnipotente, ridículo y voraz se manifiesta ante el
Magallanes listo para enfrentarse a Santo Domingo: “Magallanes le regaló ese
triunfo a Chávez”. Yo lo leí en tweeter cuando el equipo criollo ganaba 2 a 0.
Y me dio rabia que también se cogieran esto para atropellar el respeto y la
emoción deportiva. No ví por la ventana porque estaba presa del dominicano que
bateaba y no ví si algo pasaba “volando” por el espacio. Magallanes perdió. “De
que vuelan, vuelan”.
Columna Original para NOTICIERO DIGITAL
Acabo de enterarme de la noticia del asesinato del hijo de Claudio Fermín, otro que se pasó para el enemigo en el momento en que se necesitó su adhesión a la democracia. Nadie me diga que no, pero yo sí creo que esos hechos son selectivos. Están acabando sistemáticamente con la juventud y de paso enviando mensajes de terrorismo a la sociedad. De esos bichos creo todo lo más horrible que se le ocurra a un demente ávido de sangre.
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