Esas cosas que pasan…..Las inesperadas,
las que no te imaginas, las que están
allí en una de esas esquinas de la vida
y no estás preparada. Las que
marcan la fecha de manera implacable y mas nunca volverán a pasar en el
almanaque de tu vida sin recordarla.
Este 4 de febrero asesinaron a Alejandro, hijo de Claudio Fermín y Yesmin Roye,
treinta y cuatro años, arquitecto, en un conjunto residencial en Los Chorros.
Ya estaban listos los
preparativos para celebrar un día
terrible en nuestra historia venezolana que si no fuera por el interés del poder político que lo necesita
para sobrevivir en esta histeria alienante que han construido sobre lágrimas y
sangre, pasaríamos por alto para no hacerle el juego a la barbarie. Y sobre el
dolor de otra familia venezolana como
pasa todos los días, esta vez de un líder político honesto, sensible y sencillo como Claudio
Fermín, llegó la muerte. Esa que no nos deja dormir tranquilos ni caminar sin
miedo por cualquier calle, ni asomarnos a una ventana, ni manejar sin que los
espejos nos parezcan mínimos a, ni se
nos acelere el corazón cada vez que suena el teléfono o se retrase nuestro hijo de la escuela o
nuestro padre del trabajo.
Esa muerte que
manejan a su antojo los enfermos que hoy , contaminados y asesinos, la
provocan en atrocidades inimaginables llenando cada día con pérdidas desgarradoras. No hay sentimientos en el
modelo de poder. No hay reflexión sobre lo que se causa en el discurso a la multitud confundida entre desengaños y
necesidades, no hay consideración
para el otro ser humano que no se rinde, que no se doblega. Y cuando una
tragedia como esta cae sobre cualquier ser humano, uno, aunque no lo conozca, lo siente. Yo sabía
que era un día
de mentiras, de manipulación, de cinismo, de aviones, banderas, camisas
rojas, armas, un día ajeno a la
Venezuela que me enseñaron en mi hogar y
por la que dieron sus vidas hombres respetados
y respetables de todas las épocas y ya me había preparado para enfrentarlo. En días pasados había visto
declarando a Claudio Fermín, a quien quiero y he acompañado en diferentes momentos. Y me dije: que falta
hacen estos hombres.
Pero Venezuela tiene todavía mucho que aprender. No
defendemos a los hombres que hemos
respetado y en cambio aceptamos
fácilmente a quienes se mudan de carpas enemigas a las nuestras. Cuando Claudio
Fermín ganó las elecciones de Acción Democrática yo estaba acompañando a Luis Beltrán
Prieto en esos días finales de su vida. Esperábamos que Claudio pasara. Y cuando lo hizo, la figura
cansada y sonriente en la puerta, dijo al Luis Beltrán ansioso: “Los negros seguimos ganando….y
perdiendo, Prieto”. Y Luis Beltrán le dijo: “No. Hace tiempo no es el color. Es
la decencia”.-
Este 4 de
febrero, a las 12 y 5 minutos de la
madrugada, mataron a su hijo. Comenzaban las celebraciones de este día aciago
de nuestra historia. Mi corazón lo recordará en el inmenso dolor callado de sus
seres queridos y sus amigos que le
lloran en silencio.
Alejandro murió el 4 de Febrero del año
2013 durante la “Mision Vida” del gobierno
revolucionario.
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ISA DOBLES