¡Esta Venezuela no es una
pendejada!
¡Es el futuro!
|
Aquí estamos otra vez con
las mismas “pendejadas”: las declaraciones del impugnado se repiten,
incesantes. Esta gente no puede ocultar el complejo terrible que tiene y lo hace obvio cada vez que le pica en la piel: ahora “consideró que
Henrique Capriles Radonski “está obsesionado por el poder personal, por el
apellido que tiene. Él dice que tiene derecho a la presidencia del País”.
Vamos a ver... ¿A que llama
este tipo “poder personal”? Primero, hay que aclarar que lo reconoce. Pero a
qué llama ¿“poder personal”? A lo que él
ha ganado con inteligencia, esfuerzo y un coraje extraordinario. A esa entrega
absoluta a la lucha por los valores y principios pisoteados por un poder
corrupto, una arrogancia enfermiza, una ambición demencial, un poder ilegítimo y desbordado?
Ese “poder personal” es esa imagen que
lo tiene metido en el alma
desafiante de su País
Y eso del apellido...¡por
favor! De quien es la culpa que el Capriles Radonski sea respetado y admirado por lo que significa un
venezolano levantado en una familia de amor y respeto, de trabajo y ternura, que se esforzó por
levantar a sus hijos para que se
superaran y lograran poder ofrecer a su País lo mejor de sí para conducirlo y servir?
Es que aparte del propio “impugnado” y sus
cómplices, quien tiene la culpa del silencio sobre sus padres, del tratamiento
desnaturalizado y casi inhumano con la
pareja Maduro Moros....? Honrar, honra.
Y este País siente, comparte, esa
relación de Capriles con sus padres. Así como
no puede aceptar con indiferencia esta obstinación en ocultar, en
silenciar, a quienes le concibieron.
Que Henrique diga que tiene derecho a la presidencia del país, es
otra de esas “pendejadas” típicas del impugnado. Todos tenemos ese derecho. Lo que no se permite es usurpar ese derecho. Lo que indigna y termina por condenar a
quien violente ese derecho es que se delegue el destino de millones de
venezolanos por una decisión personal de
un militarsote golpista que se sabe moribundo. Esa farsa que pesa como una
maldición, si no es pendejada. Venezuela no es país de maldiciones ni se perpetúa en una infinita
lamentación.
Ya está bueno de amenazas,
calumnias y odio. Sigue con que va a meter preso a quien le desconozca...donde
va a meter a esos millones que estamos listos a ganarle otra vez?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario.
ISA DOBLES