“Pescados Margarita” ...papá cumplía un sueño. Mami “ lo sazonaba”
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Hay veces que me gusta remontarme a viejos tiempos porque hace falta
robarle la angustia a la Venezuela de hoy
y regalarle algo de ternura. Tengo el libro que estoy terminando, para
recorrer cada segundo, cada minuto, de esas memorias dulces. Fueron tiempos
duros, los militares no descansaban en sus intentos y las
penalidades eran cosas de todos los días
para el espíritu civil y sus esfuerzos
por una Venezuela distinta de libertad y luz. Los invito a compartir una de
esas vivencias escritas con decencia
y empeño por mi padre, Alejandro Oropeza
Castillo.
“Papá no era un compañero fácil jugando dominó. Porque se empeñaba en
desconocer el compromiso de respetar a su compañero cuando le provocaba una “tranca”. Y la
justificación era siempre la misma, gozando la travesura, los hoyitos a cada
lado de su boca pronunciados por la
risa: “.- Prefiero arrepentirme de
haberlo hecho que de haberlo dejado de hacer”.-Y parecía ser casi como un imperativo para él: hacer! Organizador
como pocos, entusiasta y retador, no se daba por vencido hasta lograr su
objetivo. Muy “Aries”. Había nacido un 4 de Abril. Y se ufanaba de su signo que
era definido por los astrólogos o los que se decían serlo, como un signo “que
no esperaba las circunstancias, sino que se levantaba a buscarlas”. Y así encontró lo que sería otro de sus amores. La
empresa que le permitiría culminar esa búsqueda afanosa, inclemente, en el
mundo empresarial: “Pescados Margarita”. Iba a comprársela a Rafael Pardo en la
Isla de Margarita., por lo que la familia entera volvió a mudarse, esta vez por
un motivo de esperanzas.
Madrugaba para irse a pescar con la pequeña flota encabezada por
Raimundo Amilibia, un vasco que entregó todo en ese sueño! en el mar que le
estaba negado en la lucha política que
hervía en su espíritu, era otro. Nosotras íbamos a la escuela y cantábamos el himno de la Isla:
Gloria a Margarita
La perla de Oriente
Gloria a Nueva Esparta
Patria del valor
Pescados Margarita fue su amor y
su sufrimiento, como todo lo que importa en la vida. La dictadura presionaba,
era muy difícil conseguir amigos que la gerenciaban en ese tiempo difícil de Pérez Jiménez.
Algunos se atrevieron.
Al final, después de incorporarse a la política en cargos públicos
importantes, tuvo que dejarla... era drástico en principios: política y negocios no podían ir juntos. La Colina y
Pescados Margarita cerrarían ese ciclo de logros de ternura, de amor profundo,
de orgullo y felicidad. La política le cobraría cruelmente la entrega
personal., la pasión compartida. La primera la dejó para encontrar la muerte. Tenía 53 años.
Y unas ganas inmensas de vivir.
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ISA DOBLES