Yo quiero agradecerle a Lorenzo Mendoza, además de lo que le hemos
agradecido en este país por su posición firme y digna contra el abuso
oficialista, por el cuidado y el respeto a esta casa que mi padre Alejandro
Oropeza Castillo, construyó entre sueños y empeños en Mariguitar, Estado
Sucre, cuando instalaba su empresa de
“Pescados Margarita” que había comprado años antes a Rafael Pardo en Marrgarita
y que vivimos desde entonces con profunda ternura en recetas que mi madre hacía con creatividad y entusiasmo con la pesca madrugadora del mar
generoso al que acudían mi padre y Raimundo Amilibia con sus
pescadores.
Raimundo era un vasco emprendedor y solidario que aunaba sus esfuerzos y
alimentaba sus sueños con intenso fervor. Mariguitar era el lugar escogido. Sus pobladores eran la
faena diaria y la familia que crecía con el empeño y el mar. Cuando papá construyó esa casa, ese
pueblo lo acompañó también. Goyito, como sus compañeros, habían nacido y
crecido confiado en la voluntad solidaria de mi padre, entregado al quehacer
pesquero con auténtica pasión.
“Mamá se lucía creando nuevas
recetas. Una vez nos llevaron a ver una tortuga. Iban a comenzar una línea
nueva de filetes de tortuga y mami debía conocer su textura, y sus etc….¡Casi
nos desmayamos! Era inmensa, extendida allí, boca arriba, su corazón todavía
latiendo! Raimundo al vernos tan obviamente impactadas, llegó hasta nosotras detenidas en la puerta. ¿Quieres acercarte, Margot, te van a cortar un trocito…..” Mamí, lo miró acusadora". “ Yo no tengo fuerzas para eso. Que no la
corten delante de mí, soy incapaz de hacerle eso" y salimos una tras otra sin mirar atrás.
Pero los filetes, como todo lo que comenzaba a producirse, fueron un
éxito.
Una noche, de regreso a Caracas, estábamos en el Teatro Boyacá viendo
“Los amantes deben aprender”, una comedia norteamericana con Angie Dikinson, y
fuimos sacados por una emergencia. Una persona, al abrir una lata de las nuevas
ostras perlas “Margarita”, había ¡Mascado una perla!
El contacto inmediato fue con uno de sus grandes amigos, queridísimo y
admirado: Carlos Eduardo Frías, creador de la primera publicidad del País:
Publicidad ARS. Con su creatividad y ese
talento tan único, tranquilizó a papá: “Maravilloso” ¿Tu sabes lo eso
significa? Poder demostrar que tus productos son "tan frescos en la lata como
en el mar” !
La historia de la empresa está hoy en manos de la POLAR. La casa hecha con amor infinito es hoy un comedor escolar. Papá estaría
feliz. ¡Quien quita que hasta se pasee sonriente por esos lares tan queridos!
Tia, que bella, yo casi nací en esa casa. Un beso desde Cambridge, Bea
ResponderEliminarQuerida Isa, como fan "resteada" de los Oropeza, atesoro los recuerdos de esa casa donde gocé un puyero con Martín, Robin, Bea chiquita y otros amigos... en Marigüitar!
ResponderEliminarBesos,
María Elena Peña
Querida Isa, como fan "resteada" que siempre he sido de los Oropeza, atesoro el recuerdo de unos días ricos que pasé allá con Martín, Robín y Bea chiquita, y otros amigos divinos...
ResponderEliminarBesos! María Elena Peña
Tía... yo me recuerdo del gallinero y las piscinas de agua de agus salada, de los desayunos y las hamacas y todos los primos...y el olor a sardinas cuando visitamos la fabrica y el barco donde tu hermana cuchi saco una morena.... gracias por este escrito... Tu sobrina y fan incondicional .... Claudia
ResponderEliminarTia, que belleza !!
ResponderEliminarYo me acuerdo de los desayunos en la quinta con todos los primos ...las piscinas de agua salada el olor a sardina de la fabrica cuando entrabas....las hamacas y el barco donde tu hermana Cuchi saco una morena. Gracias por escribir y no olvidar.....Tu sobrina y fan incondicional Claudia