“Nosotros
no somos la oposición, somos la solución.” Capriles retomó la campaña
presidencial desde Táchira que
nuevamente se volcó a las calles para recibirlo a sabiendas que era sólo un “toque
técnico” porque seguiría a Mérida y después a Yaracuy. No fue fácil porque las
fuerzas del régimen trataron de impedirle
la visita al Cristo de La Grita
donde tenía planificado dar inicio a
esta lucha desventajosa y canalla. Ya
terminó y por ahora el duelo oficialista que era más que eso: era un cordón de
seguridad para las marionetas del poder
que así impedían al pueblo chavista
reflexionar sobre el autoritarismo, la
burla y la mentira de la “conjura “castro-madurista”. Venezuela estaba
detenida, agobiada, sometida al
simbolismo macabro, a la sublimación de la barbarie, de la indecencia y el
deshonor. Capriles fue hoy más allá: buscó a Maduro en la cobardía que significan sus insultos, mentiras y
amenazas. “¿Cuál es el miedo, Maduro?” Después,
Mérida…el reencuentro con la gente que no se ha comido este cuento…Sin miedo, con esa entrega absoluta
que lo expone en una Venezuela distinta, comprada en principios y
miserias, insiste en el tono retador, el que tiene que ser:
“Advierto a Nicolás , al gobierno: mi vida está en sus manos. Si me llegara a
pasar algo, este País sabe quién es
responsable”. Dos estados en una tarde. De Táchira a Mérida cuatro horas por derrumbes….el aeropuerto cerrado a la llegada a Táchira. No es un juego
limpio ni es una campaña justa. Capriles
insiste: yo solo no gano, yo solo no
cambio nada, el futuro y Venezuela
requieren de usted. Y esa es la verdad más absoluta: gane uno más! convenza, no se queda esperando que otro haga lo que usted no hace! Solo la gente
mata fraude! ¡Ya Venezuela sabe lo que la espera con un muerto mandando!
Isa Dobles
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario.
ISA DOBLES