viernes, 3 de febrero de 2012

En el “autobús” de Henrique Capriles Radonski hay un “coleado”: Ismael García.

Y es una lástima que no se haya contemplado su inclusión compitiendo por Caracas antes de lanzarlo. Porque muy obviamente es un “acomodo” fuera de lugar que va a poner a prueba la madurez de los votantes que pueden dejar llevarse por la solidaridad con Henrique que se publicita tanto apelando al favoritismo y la emoción que su figura provoca. Y en este caso esa convocatoria no es solidaria y mucho menos unitaria. Porque Ismael García no es Caracas ni Caracas es Ismael García. Y es injusto que los adversarios que si tienen que ver con Caracas y se han batido en una lucha constante, de presencia y conceptos, se vean manipulados de esta manera en el apoyo a su candidato Capriles Radonski. Para decidir eso, claro, como aseguran desde su comando, están las primarias. Pero en esa maniobra lo que menos se enseña es transparencia, Henrique lo sabe. Lo de la “hormonalidad” no nos lo podemos quitar de encima de golpe y porrazo y el, en estos momentos, arrastra consigo esa debilidad de nuestra personalidad venezolana que todavía queda por gerenciar con madurez por el bien del país. La misma cuña de Ismael García demuestra cuán poco tiene que ver él con las necesidades de esta capital manoseada y humillada por una lujuria de poder que la desconoce en su espíritu e hidalguía. Hay mucho más en Caracas que la basura y el tráfico. Hay una identidad propia desgarrada, doliente. Una expectativa singular que exige mucho más que un político sagaz y desafiante. Hoy no podemos hacer nada que desvirtúe la necesidad
De este país de caminar sobre la base segura de los principios y valores que han sido fracturados por este gobierno. No podemos en ninguna clase de liderazgo escoger lo que interese por encima de lo que se debe hacer para reforzarnos en lo mejor de nosotros mismos. Y lo primero, es jugar limpio. Hay veces que ganando….se pierde!

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ISA DOBLES