UNASUR 2010 Un Show Fastidioso

Lo de Unasur resultó un show fastidioso…para empezar, la convocatoria fue un fracaso. El Ministro colombiano y Maduro, separados por un réferi sin autoridad, ofrecía la exacta imagen del organismo al que recurrieran todos en un apremiante momento para ganar tiempo. Maduro, enviado especial para representar a Hugo Chávez en un tour político para asegurar posiciones, representó bien a esta Venezuela deteriorada ante el mundo: nadie le paró. El fracaso lo selló el mismito Kichsner no apareciendo en el primer gran papel de “secretario general” de Unasur.. Allí estaban los dos Cancilleres, Maduro amarillento y flácido, y Bermúdez de brazos cruzados y hermético. NO había más nada que hacer ni que decir. A lo mejor el venezolano confiaba que Unasur, creada por el “comandante en jefe de las fuerzas libertarias de la humanidad” , obedecería ciega y activamente con la orden de acusar apasionada y revolucionariamente a Colombia y Uribe. Pero no. Después de la bufonada de romper relaciones con el asentimiento complaciente de Maradona, Hugo Chávez se ha replegado poniendo en manos de sus funcionarios el ritmo del proceso de ruptura.

Pero se siente esta debilidad manifiesta del Comandante. Jaua , Cilia Flores, Isea, Iris Varela, Chaderton, Valero, Maduro, ninguno provoca, enardece, incita con la fuerza roja rojita exigida. Una Venezuela harta que ya no se asombra de nada, ni siquiera de una Marisabel Rodríguez, la ex esposa vejada y relegada, declarando que “no se han cerrado radios” en Venezuela, ve impávida a Cilia Flores reportando serena y respetuosa la actitud del Cardenal Urosa en el Congreso, y un día después vuelve a los agravios y acusaciones. Chaderton mismo lucía fastidiado y al caletre defendiendo lo indefendible en la OEA.

Y quedan pocos que se traguen ese cuento de la guerra que enfrentaremos antes del 7 de agosto, día de la toma de posesión de Juan Manuel Santos, al que ahora utilizan tratando de manipular esta situación.

En eso Hugo Chávez es astuto. Lo que lo desayuda es esa incompetencia de sus lacayos, esa inconsistencia con el desaforado ritmo suyo que a todas luces también luce agotado. Parecía insuflado de un destino señalado y no le alcanza la suerte. Millones reclaman su derecho a un destino de libertad, comprensión, unidad y ternura. NO se puede humillar tanto. Herir a tantos. Provocar tanto la rabia y el llanto. Cuando retrocedemos sin avanzar, cuando la desconfianza se hace sentimiento, cuando la risa se hace escasa y la angustia compañera, no tenemos sino dos opciones: sacudirnos o entregarnos. Y Venezuela está, aunque duramente, y muchos no lo han entendido todavía, sacudiéndose.

Porque no quiere renunciar a lo que por derecho quiere vivir y compartir: una tierra donde los sueños pueden hacerse realidad y el venezolano comparta la libertad de abrazarse, de sentirse en la piel del otro y mirarse a los ojos sin miedo y sin rencor, unidos en la gran tarea de reconquistar la decencia y la paz. Comenzamos el 26 S.