viernes, 14 de marzo de 2014

Esta foto es Venezuela…



 
Esta  foto es Venezuela…Imagínese por un instante que ese muchachos con las manos atadas, sangrando, entre dos gorilas armados con todo, es un hijo suyo…un hermano….un familiar o un entrañable amigo. Mire bien las manos enguantadas, el “rolo” y el arma, y posiblemente también lleve  gas “del bueno”, anteojotes obscuros, bien obscuros, pero no más que sus almas  conducidas al odio más profundo. La moto..el gesto….y esta es una imagen con suerte porque todavía no lo han matado o lo han torturado , o lo han violado “analmente” con un fusil como el examen forense   calificó de positivo denunciado por el  defensor de Derechos Humanos del Foro Penal Alfredo Romero. Este muchacho  está en camino a un destino todavía impredecible  que depende de   Nicolás Maduro envilecido de poder y un Diosdado Cabello de perversa  soberbia y   de un último chisme, una reacción de gallardía de los estudiantes y de su propio miedo. Porque  actúan como si jugaran    guerra,  apuntando al azar, a la “ruleta rusa”  a la sien de Venezuela. 

Cada vez se les complica más…porque les resulta imposible  detener  ya este horror, si no han podido manejar la falta de papel toilet, pregúntese usted que  abraza aterrada a sus hijos en desvelos de terror cómo van a resolver  esta situación de anarquía, agresión y   maldad? Porque no se paran….Maduro sigue  alimentando diferencias para incitar al odio que ciega y compulsa gorilas,  grupos armados, paramilitares, vagos, ladrones y asesinos.


En una cínica irresponsabilidad que cobrará   Venezuela, Maduro sigue con su séquito tarifado en regalías y  manipulaciones obscenas como si nada pasara, “durmiendo como un niño” mientras  estas lágrimas de ´ irreparable  pérdida corren por el alma de Venezuela. Cómo, c…, se puede   y hasta cuando agredir tanto, herir tanto y pretender que  pueden seguir ahí, entronizados en el poder, engañando  y matando? 

Se llenan la boca con que los “cerros no bajan”. “Que solo el Este  lucha” Pero  cada vez que quieren demostrar mayoría, hacen el ridículo. 

Porque esa Venezuela que  utilizan no baja porque no  resiste tampoco la  crueldad, porque ese muchacho  que llevan hoy puede ser su hijo mañana, porque todavía la Venezuela buena es más que la mala. Porque ese dolor no se olvida. Se cobra. Porque  ya no se puede vivir así, indefenso ante la crueldad y  el absoluto poder, viciado y corrupto, deshumanizado y burlón. 

No se puede seguir  perdiendo hijos y padres,  escuchando disparos, ahogándose en gases, violados y humillados por canallas. Sobre esto no hay nada que “dialogar”. 

Ayyyy, Nicolás!!!

1 comentario:

  1. Cada vez que veo un muchacho de esos, veo a mi hijo y sufro. Es un dolor tan grande. Esto no puede continuar. Hay que protegerlos y no dejarlos solos, pero la gente tiene miedo. Mucho miedo, pues este es un régimen dictatorial y usted sabe lo que son capaces de hacer.

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ISA DOBLES