Hoy el PPT, ayer Podemos, otro día Falcón, otro Baduel, uno a uno caen.

En una columna escrita una vez muy duramente sobre el PPT, ésta tenia que ver con su posición, por demás complaciente, para no decir “servil” ante los ataques, y desprecios de Chávez. Lo llame “pobre partido tonto... Ali Rodríguez y Aristóbulo, luminarias una vez del partido ahora sentados a la diestra del todopoderoso, no son precisamente, ejemplo de dignidad o consideración política. Hoy sacan a Albornoz de la segunda Vice-presidencia del Congreso sin ninguna razón jurídica. No le perdonan disentir, aceptar en sus maltrechas filas, a un adversario de peso: Henry Falcón. Pero tampoco es que de repente, el partido domado y arrodillado, tenga creatividad y lleve candidatos comunales, libres, auténticos. No todos aceptan al PPT. Tardía reacción para quienes son cómplices históricos de esta pesadilla. Muchos no pueden reflexionar, sólo ven beneficios en esta decisión.

Pero hoy el PPT, ayer Podemos, otro día Falcón, otro Baduel, uno a uno caen como piedras de dominó. Como antes Miquilena, Alejandro Armas, y un largo etc… ”Centavo a centavo se hace una fortuna”, dicen también: Uno + uno son dos. Aquí y allá las fuerzas chavista enfrentan el despertar de la pesadilla. Pero la gran suma está en el venezolano sin más militancia que su propia angustia, su personalidad que no se ha entregado en casi 12 años; su alma que aprendió a sufrir la libertad en democracia como aire para respirar. No podemos perder más tiempo, cada día se empobrece más esta casa grande y generosa que no merece esta barbarie, esta mediocridad.

Chávez está en la Casa Rosada de Argentina con sus guardaespaldas, sus escoltas, su alarde de nuevo rico... Con su combo Lula, Kieschner, Lugo, Correa, Mujica, por quienes muere nuestro sector productivo y hay más desempleo. Hay que frenarlo para mantener de la cuerda a los que compran. Ellos crecen y halagan, colocan " Alfombra roja" para un golpista que calla conciencias y ostenta un poder que nunca soñó. Pero hay aún una esperanza: el 26 de septiembre. La voluntad de un pueblo oprimido, detenido en el tiempo, cumplirá con el duro oficio de ser venezolano, más duro y desgarrador hoy que nunca, pero necesario. ¡Que corra el tiempo!