sábado, 30 de octubre de 2010

¿Terminaría con la sobre excitación de Chávez la muerte de Kirchner?

¿Ese “desmadre” compulsivo, burlón, que es casi como una marca personal, se apaciguará con la desaparición de su “camarada y hermano”? Porque lo que estamos viendo de este personaje ¡es como demasiado! Llegó de su viaje desatado. La expropiación de la Owens Illinois, esa orden perversa y propia que goza con deleite en cadena mediática de horas, terminó con una risita diabólica y una amenaza grotesca ¡síganse riendo! que no puede menos que motivar la pregunta reiterada: ¿Hasta dónde piensa llegar este hombre?
La pregunta creo que sólo la hacemos por la fuerza de la costumbre, ya que tanto Hugo Chávez como nosotros conocemos la respuesta: ¡Hasta donde nosotros se lo permitamos! Y eso es lo que lo tiene así, porque ya no puede hablar como antes, porque este pueblo le perdió el miedo y el respeto, porque la maldad y el descontrol que arriesgan y descalifican a Venezuela, la corrupción y el malandraje ya no lo soportamos y porque este país ya sabe que rescatar la democracia y el honor está en nuestras manos. Y por eso pospuso la visita del Presidente Santos. Porque después de endeudar más al país, despilfarrar en viajes y regalos, hoteles y carros blindados, pisar alfombras rojas de dictadores y socios, llega a una Venezuela que ya no es su mayoría, que protesta, que se le enfrenta, y está en la calle todos los días ratificándole que la cultura democrática está viva y no va a seguir aceptando este militarismo cobarde y servil, este analfabetismo político y esta destrucción.
Esas protestas, esos actos de corrupción, esas expropiaciones, esas corruptelas, están hoy a flor de piel. Y que las vea, las compruebe Santos lo pone en desventaja. Porque ya no lo puede esconder ni lo puede esgrimir como justificación a sus desatinos y a los infelices resultados de su gestión. Una cosa es llegar a San Pedro Alejandrino con el matiz de un Bolívar en monumento, con avión propio, chaqueta tricolor, en un entorno histórico, tropical y respetuoso, con las ventanas del mundo abiertas, y otra es esta Venezuela reclamante, en eterno conflicto, desconfiada y desafiante que se niega a aceptar el horror de una dictadura, de un militarismo decadente y cursi que detiene el progreso y la convivencia, dividiéndonos y degradándonos en raíces e historia.
La canciller colombiana aceptó la solicitud de Venezuela de posponer el encuentro: “comprendemos”. Y si. Yo creo que comprenden. ¡Lo comprenden todo! En este juego diplomático que la mayoría de las veces es igual a “hipocresía” y resulta valedero, los colombianos saben, perciben, la realidad que vivimos. Un gran teatro se teje alrededor de esta realidad entre los dos países, y que tiene que terminarse por la salud de la democracia y la libertad.
Venezuela no se puede resignar a ser una prisión sin rejas.

1 comentario:

  1. Excelente artìculo Sra.Dobles, muy acertada su percepción sobre la realidad que enfrenta Chavez en estos momentos. Me encanta su forma de escrebir. Felicitaciones !.

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Gracias por tu Comentario.

ISA DOBLES