domingo, 5 de junio de 2011

Ya Hugo Chávez es un chiste malo

Hay una foto de prensa de Chávez con la Canciller de Colombia que da, sencillamente, asco.

En ese estilo suyo que impone una cercanía forzada, ríe mientras parece compartir con ella alguna gracia que no lograr alterar la seriedad de la Canciller.
Uno lo ve como antes veía la sonrisa amplia, gozosa, cuando recibía al guerrillero Iván Márquez en la puerta de Miraflores. Toda esta metamorfosis, de aliado incondicional de las FARC a esta actitud de hoy…¿qué es? ¿Cómo lo asumen las Farc? ¿Es tan buen actor que puede mantener los dos frentes abiertos, engañar a los dos, sin ser descubierto nunca mientras el petróleo le dé ese poder estratégico ante el que se arrodillan, servilmente, aquellos que defendían valores fundamentales que no significan nada ante el militarismo corrupto y la amoralidad? ¿Cómo se están conteniendo a las FARC, condenadas otra vez por la ONU, ante esta “conversión democrática” de su aliado y defensor?

Por su parte, Juan Manuel Santos declara que “se llevará bien con Humala o con Keiko”. Y ¿quién lo duda? Cuando afirma que Chávez y él “tienen sus diferencias”, y ven como se entienden, como Santos se ha olvidado de su propio protagonismo en la “Operación Jaque” con la que se rescataron secuestrados importantes, como ardientemente ordena el aniquilamiento total de las fuerzas guerrilleras. ¿Còmo se explicará él mismo esta posición de Hugo Chávez? Santos camina sobre pantano.

Con esa ligereza que la mente de Chávez maniobra, hoy apoya a Gadafhi acaloradamente por la “Amistad que les une”. Al “carajo” con las mentiras del imperio! Gadafhi es un revolucionario! Un héroe. Asi hablaba de las FARC. De sus “amigos” Marulanda y Raúl Reyes. No se trata de modelar para la paz o la decencia.

Todo se cree de Hugo Chávez y solo los que les llevaron al poder que quita a unos para dar a otros, que destruye reputaciones y propiedades, que miente y engaña, que traiciona y contamina, nosotros, los venezolanos, podemos bajarlo de ese poder.
Otro titular dice que la popularidad de Hugo Chávez, según la encuestadora de su ex ministro Jesse Chacón, es de un 53%. Y un cintillo en otro diario, esta vez argentino, no sé si colocado aquí o pagado allá, sostiene algo parecido.
Y no. Venezuela reclama todos los días, rechaza todos los días, llora muertos todos los días, busca empleo todos los días, sufre humillaciones y ataques todos los días pero su mayoría no es del “camaleón” que cambia de colores.

Es de la Democracia que es más fuerte que todo eso, que tiene que frenar “hormonas” y emociones para otra vez, porque no sería la primera, enseñarle al mundo y a sí misma que está hecha de esfuerzo y entusiasmo, de futuro y esperanzas.
Hugo Chávez puede todavía seducir por miedo o por intereses, debilidades y hechizos. Pero Venezuela, en su mayoría, lo conoce.

Ya Hugo Chávez es un chiste malo. Se ha llorado mucho de dolor e impotencia para reirse.

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ISA DOBLES