
martes, 29 de marzo de 2011
Volverá con su premio … como si fuera verdad

domingo, 20 de marzo de 2011
Un respiro en esta lucha cruenta, dura
Porque en estas poesías están las voces de ese pueblo, de Aquiles Nazca, de Luis Beltrán, de Efrain Subero y Oscar Zambrano Urdaneta, de Andres Eloy y Otilio Galindo, de Alberto Arvelo Torrealba, de Hector Guillermo Villalobos y Simón Díaz, y una extensa lista más.
En estos larguísimos doce años, no escapamos del sobresalto y la rabia, de la humillación y el agravio, de la impotencia y la desesperación.
Estos poetas revuelven el tiempo, las emociones, le permiten a uno sumergirse en nuestras tradiciones, nuestras palabras mas dulces y frescas, los matices y recuerdos con los que crecimos y lo que es mas importante: nos permiten palpar lo que nos diferencia de esta pesadilla, de esto que no somos, de este odio, esta incitación constante a no querernos, a vernos como enemigos. Con lo que está pasando en el mundo, seguimos sufriendo el poder diabólico de un hombre alineado con lo peligroso, lo perverso, lo vil, que insiste en la diferencia de clases que este pueblo había superado para el tuteo fraternal entre todos, la necesidad de “dividir para reinar” de una mente enferma, aquejada de graves desórdenes que no le permite aunque quisiera cambiar, sigue chocando con la personalidad de un pueblo decidido a vencer dificultades y complejos y se resiste a rendir la voluntad ante la barbarie que sigue siendo la propuesta de todos los discursos, todas las cadenas, todos los mensajes , todas las declaraciones.
Agradezco profundamente a Hernán su serenata. Me mueve mucho más que el deseo de ayudarlo, el de llevarlo a ustedes. Yo lloré de ternura … lágrimas que no encontraba en esta lucha cruenta, dura. Sentí a esa Venezuela por la estamos luchando y la que éramos en nuestros hogares protegidos y ansiosos.
Una tregua dulce, merecida, amorosa. Andres Eloy trae su flor del apamate, Luis Beltran su Cancion que vuela, Hector Guillermo Villalobos la Patria ... Todas son Venezuela. La nuestra. La urgente. La que es. Que la escuchen sus hijos, sus nietos, sus padres, sus abuelos. Que ella está allí.
sábado, 12 de marzo de 2011
Porque quién sea nuestro candidato el 2012 porta la esperanza

como decía Rómulo Betancourt. La publicidad, los niños, los aguinaldos, los juguetes, todo eso conforma un marco afectivo que no se puede ignorar. En estos últimos años hemos estado sometidos a presión. Las fiestas son aprovechadas por Chávez. Nosotros, los que podemos, volamos.
Los que nos quedamos vivimos una especie de sopor, nos sumergimos en el ajetreo tradicional y entregamos nuestra impotencia y hasta desesperación por esos días esperando que el año nuevo no nos quite algún ser querido, que “matriculemos” todos y el año sea por fin el “año”. Y este 2012 es… Podemos imaginar como va a ser. Y también estos meses desde aquí hasta las elecciones. Entonces… ¿Por qué perder ese estado de ánimo de las Navidades y el fin de año sin darle oportunidad al candidato elegido de actuar? ¿De compartir? ¿De celebrar? ¿No cambiaría eso el sentimiento de aprehensión que hemos vivido estos últimos años?
¿No se le permitiría al candidato entrar a nuestra emoción de alguna manera? Tenemos que llenar todas las expectativas y todos los espacios. Todos los corazones. Donde no esté él estará la publicidad oficialista y estará su candidato con toda la desventaja y desproporción que ya está en marcha. Buscarán, como hacen hoy con “el primer congreso constituyente”, fechas y personajes. El candidato de la oposición no va a tener nada fácil despertar esa ilusión dormida del espíritu del ciudadano que tiene eco en las fiestas de Navidad. Sobretodo para un país que como el nuestro no ha hecho sino llevar “palo y palo” desde la tragedia de Vargas, las tensiones electorales, fraudes, amenazas, insultos.
La elección del candidato mantendrá en vilo la tranquilidad, la confianza. Con el candidato, el objetivo común será en el 2012. Para los políticos hay otras exigencias como la consistencia, la convocatoria, el empeño. La emoción hace falta. Y no sobra alimentarla con ternura, con afecto, en compañía. Porque esa decisión primaria nos pondrá en un ánimo distinto, de impaciencia, ansiedad, y hasta desconfianza. No lo cambiará que nazca otra vez Jesús ni que no haya otro deslave. Es una decisión trascendental en la que estarán involucrados venezolanos distintos, inesperados, un Consejo Electoral cuestionado, cualquier imprevisto. Compartir con nuestro candidato fechas como estas nos acercará al elegido de manera distinta. No esperaremos con el corazón en la mano que no pase nada malo sin poder evitarlo.
Los que nos quedamos vivimos una especie de sopor, nos sumergimos en el ajetreo tradicional y entregamos nuestra impotencia y hasta desesperación por esos días esperando que el año nuevo no nos quite algún ser querido, que “matriculemos” todos y el año sea por fin el “año”. Y este 2012 es… Podemos imaginar como va a ser. Y también estos meses desde aquí hasta las elecciones. Entonces… ¿Por qué perder ese estado de ánimo de las Navidades y el fin de año sin darle oportunidad al candidato elegido de actuar? ¿De compartir? ¿De celebrar? ¿No cambiaría eso el sentimiento de aprehensión que hemos vivido estos últimos años?
¿No se le permitiría al candidato entrar a nuestra emoción de alguna manera? Tenemos que llenar todas las expectativas y todos los espacios. Todos los corazones. Donde no esté él estará la publicidad oficialista y estará su candidato con toda la desventaja y desproporción que ya está en marcha. Buscarán, como hacen hoy con “el primer congreso constituyente”, fechas y personajes. El candidato de la oposición no va a tener nada fácil despertar esa ilusión dormida del espíritu del ciudadano que tiene eco en las fiestas de Navidad. Sobretodo para un país que como el nuestro no ha hecho sino llevar “palo y palo” desde la tragedia de Vargas, las tensiones electorales, fraudes, amenazas, insultos.
La elección del candidato mantendrá en vilo la tranquilidad, la confianza. Con el candidato, el objetivo común será en el 2012. Para los políticos hay otras exigencias como la consistencia, la convocatoria, el empeño. La emoción hace falta. Y no sobra alimentarla con ternura, con afecto, en compañía. Porque esa decisión primaria nos pondrá en un ánimo distinto, de impaciencia, ansiedad, y hasta desconfianza. No lo cambiará que nazca otra vez Jesús ni que no haya otro deslave. Es una decisión trascendental en la que estarán involucrados venezolanos distintos, inesperados, un Consejo Electoral cuestionado, cualquier imprevisto. Compartir con nuestro candidato fechas como estas nos acercará al elegido de manera distinta. No esperaremos con el corazón en la mano que no pase nada malo sin poder evitarlo.
Tendremos una luz… porque ese hombre o mujer que reciba ese acto de fe de nosotros, lleva sobre si la esperanza. Estará comprometido a hacerla, con nosotros, realidad.
Isa Dobles
Isa Dobles
martes, 1 de marzo de 2011
Venezuela no es Chávez, no es Kadafhi
Las escenas son terribles a pesar del control informativo, los relatos pasados de boca en boca, horrorizan. Pirámides de cuerpos amontonados asesinados con manos atadas a la espalda, militares que se negaban a seguir apoyando y matando en nombre de un ser enloquecido que no se considera obligado con la vida ajena sino dueño absoluto, sin normas o leyes, de los destinos de millones de almas.
Perú se adelantó al mismo Estados Unidos rompiendo relaciones con el país que crece en dolientes y coraje … y aquí, Hugo Chávez se une a Daniel Ortega y Fidel apoyando a Kadafhi que desnudó frente al mundo, no podrá cambiar lo que es.
Las interpelaciones en la Asamblea, marco de confrontación y cinismo, los estudiantes en huelga, el levantamiento de la huelga, la concesión del Comandante para el diálogo y soluciones que parecían imposibles, el caso de los inhabilitados en la Corte internacional, Egipto, Túnez, … y Libia!
Como un lobo esperando su presa, Hugo Chávez esperaba por la suerte del petróleo. Se juega una ficha peligrosa pero sigue jugando al azar.
Mientras el petróleo esté al precio de hoy, mientras ardan los campos de rebeldía y anhelos, confía que podrá pagar a Cuba, a Bolivia, a Nicaragua, a Argentina, que las importaciones que movilizan los sectores productivos del país y los convenios que se firman tras bastidores, no se detendrán.
No importan los principios, no importa el modelaje perverso ni las consecuencias.
Pero apoyar a un asesino de las magnitudes de Kadafhi, hoy, significa un precio muy alto.
Lo primero que hizo la “revolución bonita” fue quebrar eso, los principios del país. Así todo se trastocaba. Mendigar es honroso, expropiar es justo y corromper es necesario. Todo se permite. Es el “sucialismo” del siglo XXI. Rojo rojito. Como la sangre que se derrama hoy en Libia.
Cada día que se lucha mueren cientos, las multitudes cargan sus muertos en procesiones siniestras. De repente, cambió el mundo… la gente se atrevió. Renació la ilusión de ser libres, de pensar por si misma, de decidir en riesgo, de aventurarse.
Y se retó al poder. Al miedo. A la única opción permitida por la barbarie. La libertad resultó una necesidad más urgente, allá el poder con la riqueza, con el petróleo, con el silencio. Hasta en Irán se escuchó una voz rechazando la atrocidad asesina.
Aquí el hombre que ya no es mayoría, minimiza la identidad de Venezuela cómplice del hombre que no puede esconderse del desprecio y la muerte. Venezuela no es Chávez. No es Kadafhi.
Debimos haber salido de nuestras casas a apoyar la libertad que ya no podrán ver quienes mueren en manos del tirano. NO lo hicimos. Estamos en deuda.
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