Lloró….estaba hinchadísimo…cantó…suplicó a Cristo más tiempo… le pasaron un pañuelo rojo rojito para secarse la “moquera”…los ricos son
malos…bailó…quiere ser libre para recorrer las calles tocando arpa, cuatro y
maracas…acusa a Capriles de nazista…el “capitalismo” destruyó Marte…aseguro que
habría guerra entre Colombia y
Venezuela…profanó los restos del Libertador…en un “tú a tú” con el Nazareno
le propuso cargas sus cruces por más
vida….lloró…se “recuperó” de un cáncer que nunca fue pero las Células
desaparecieron…Maripili, Ministra de la Juventud, comenta que “menos mal que Capriles
no está embarazado porque de estarlo diría que el hijo es de Chávez” y otro
Ministro conmina a Capriles : “Adelante, malandro”. Presentan al diputado
Caldera en un video pero eliminan la figura de quien le dio el
dinero…
Esta locura, que no cuenta hechos graves contra la Constitución y contra los derechos de los venezolanos que se repiten a diario, tiene que terminar. Porque ningún espíritu, hombre o pueblo, soporta esta carga pesada de aberraciones y agresiones. Y ya faltan diez y nueve días para rescatar todo lo que esperamos para cambiar esto que parecía una maldición infinita. Los días vuelan. Hugo Chávez no vá a cambiar porque biológicamente no puede. Esa personalidad colmada de desórdenes, no puede hacerlo, ni que el mismo Cristo a quien se dirige día y noche bajara a exigirlo, no puede.
Esta tarde no pudo cumplir con el discurso en Catia. Comenzaron las noticias en la red: está mal. Este círculo vicioso que es la desinformación y es la desconfianza. ¿Quién cree en lo que dice este gobierno? Y lo que es peor…no se cree ya ni en lo que no dice. Es una descomposición total. Así no se puede vivir. La angustia, la impotencia, la frustración, todo eso conforma un cuadro agobiador, injusto, que puede con uno, y destruye voluntades y sentimientos.
No es el momento de titubear ni criticar ligeramente para cuidar criterios personales o cobrar indiferencias. Tenemos por delante una durísima tarea. No es broma. Desde hace catorce años Hugo Chávez ha trabajado ardua e irresponsablemente en la destrucción de valores y principios: si la moral de un pueblo está debilitada, confundida, temerosa, es más fácil allanarla para invadirla con vicios y propósitos perversos.
Aprendimos de nuestros padres y abuelos lo malo y lo bueno. Si llegabas a la casa con un libro ajeno, te urgían a devolverlo. Hoy te lo puedes quedar si “no tienes como comprarlo”. Y no. Eso no es lo que te va a ayudar en la vida. Porque el mundo lucha por ser mejor. Y no hay otro. ¡Gríngolas!
Capriles está allí, al frente de nuestro destino, de la posibilidad de hacerlo cierto y libre. El 7…..ya!
Esta locura, que no cuenta hechos graves contra la Constitución y contra los derechos de los venezolanos que se repiten a diario, tiene que terminar. Porque ningún espíritu, hombre o pueblo, soporta esta carga pesada de aberraciones y agresiones. Y ya faltan diez y nueve días para rescatar todo lo que esperamos para cambiar esto que parecía una maldición infinita. Los días vuelan. Hugo Chávez no vá a cambiar porque biológicamente no puede. Esa personalidad colmada de desórdenes, no puede hacerlo, ni que el mismo Cristo a quien se dirige día y noche bajara a exigirlo, no puede.
Esta tarde no pudo cumplir con el discurso en Catia. Comenzaron las noticias en la red: está mal. Este círculo vicioso que es la desinformación y es la desconfianza. ¿Quién cree en lo que dice este gobierno? Y lo que es peor…no se cree ya ni en lo que no dice. Es una descomposición total. Así no se puede vivir. La angustia, la impotencia, la frustración, todo eso conforma un cuadro agobiador, injusto, que puede con uno, y destruye voluntades y sentimientos.
No es el momento de titubear ni criticar ligeramente para cuidar criterios personales o cobrar indiferencias. Tenemos por delante una durísima tarea. No es broma. Desde hace catorce años Hugo Chávez ha trabajado ardua e irresponsablemente en la destrucción de valores y principios: si la moral de un pueblo está debilitada, confundida, temerosa, es más fácil allanarla para invadirla con vicios y propósitos perversos.
Aprendimos de nuestros padres y abuelos lo malo y lo bueno. Si llegabas a la casa con un libro ajeno, te urgían a devolverlo. Hoy te lo puedes quedar si “no tienes como comprarlo”. Y no. Eso no es lo que te va a ayudar en la vida. Porque el mundo lucha por ser mejor. Y no hay otro. ¡Gríngolas!
Capriles está allí, al frente de nuestro destino, de la posibilidad de hacerlo cierto y libre. El 7…..ya!
SIEMPRE ISA...DIRECTA Y CONCISA.
ResponderEliminarSIEMPRE ISA...DIRECTA Y CONCISA
ResponderEliminarMe quito el sombrero. Me fui de mi pais huyendo de esa ruleta rusa que es la inseguridad pero no hay ni un día, ni un minuto, en que no recuerde a mi país y a su gente. Si Capriles no sirve, votaremos por otro, pero a este semidiós promotor del odio y la violencia hay que decirle BASTA. El 07, desde España, cumpliré con deber de votar para honrar a tanta gente amada que está en Venezuela. Rosa.
ResponderEliminarya esta saliendo a la luz lo que muchos se negaban, dejándose llevar por analistas de oficio: que siempre estuvo enfermo y que esta en la puerta de la peor crisis de su vida
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