La verdad es que cualquier venezolano podría escribir un libro “Como soportar a Chávez y no morir en el intento”. Porque no queda “por él” como se decía antes. El hace todos los días más que lo suficiente para acabar con nosotros. En estos catorce años de arremetidas frontales y tramposas contra nuestra psiquis, no lo ha logrado. Porque lo ha provocado todo. Ahora afirma como si no estuviéramos obstinados de ver su abuso electoral, como si el “Usted lo vio” de su “implacable ojo” en Globovisión no nos lo hubiera enseñado una y otra vez declarándola en marcha ya, como si todas las cámaras no mostraran diariamente su uso y abuso en esta ventajosa campaña que no pueden esconder el peculado indecente, ahora afirma y reafirma que está evaluando como y desde donde iniciar su campaña. Este cinismo ya no inquieta, ni despierta curiosidad ni inspira emoción alguna ni mete miedo. Eso del satélite para crear en la ignorancia el miedo a ser descubierto en un gesto de fastidio por otra cadena o la risa espontánea porque canta o baila, o sencillamente cuando se retira como en el CNE el día de la inscripción porque ya no se aguanta el espectáculo de un hombre obstinado y enfermo incitando al odio. Y todo eso, sazonado con las declaraciones diarias de sus lacayos que no le ayudan en absoluto frente al discurso fresco, inteligente, humano, de un Capriles retador y entusiasta. Hoy las cosas lucen muy distintas para el régimen. Ni Jaua, ni José Vicente, ni Maduro, ni Diosdado, se atreven a aconsejar al “comandante” acontecido. Ni el “camarada ciudadano Comandante Presidente”, el “Bolívar” que regala casas, se atreve a pedir consejo porque sería reconocer la debilidad que quiere ocultar porque “conoce” su ganado” y desconfía. Y entonces esta red tenebrosa de intrigas, envidias, intenciones, pactos, secretos y miedos, complican el momento. Cuando Capriles desde el Zulia comparó las dos imágenes puso de manera directa lo que está viviendo el País. Después vino Táchira que lo recibió copando calles con banderas gigantescas extendidas en un grito al cielo de esperanzas y de fé. Estamos listos para lo que viene! Cada movimiento bajo el signo totalitario y desigual, tendrá la misma respuesta, es el sentimiento desbordado indetenible, desafiante. No importa de dónde salga ni como salga para reiniciar una campaña viciada de manipulaciones y poder. Lo seguirán los que temen, los que pactan, los que obedecen comprometidos en la corrupción y la venganza. Pero no son más. Porque la Venezuela que quiere un cambio, que quiere justicia y quiere ver de frente al otro venezolano y caminar juntos otra realidad, está adelantando el paso por el camino de libertad, honor y luz!
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ISA DOBLES