¡Chávez fastidió! La gente comenzó a abandonar el lugar porque se iban los autobuses. No convenció cantando, insultando, amenazando, ni las cámaras pudieron manipular la verdad de la imagen que contrastaba lastimeramente con la del día anterior. No sirvió de nada ubicar cuatro plazas con nombres distintos y en realidad cercaban un espacio nada competitivo con las desbordadas de entusiasmo, alegría, emoción compartida, colores diversos, libres. Ni el derecho de un sonido diferente a la voz engolada y el mismo discurso se respetó. Había que calárselo cantando, en un concierto llanero, absurdo, fuera de contexto, personalista. Fresco todavía Capriles con la espontánea expresión de amor a Venezuela, lo mismo decadente, cursi, desubicado: “Viva Fidel, viva Cuba, Cuba, Cuba”! Recuento mentiroso de una gestión militarista, irresponsable. Lo que se vio ayer en términos de convocatoria, dio cuatro palos a lo que vimos hoy. Y más allá lo que “sentimos”: No tiene futuro para una Venezuela que lucha por su paz y su progreso, su seguridad y su esperanza, este hombre insultante, débil, que sigue luciendo muy pero muy mal y si no lo está lo parece y lo transmite, ofende con la sub estimación de su identidad , su historia y su destino. Lo de hoy fue la evidencia absoluta del final de esta locura. No tiene nada que ver con Venezuela. Con lo que somos. Que Chávez esté bien o muy mal, que tenga cáncer o gripe, que sea verdad o mentira este espectáculo alienante que abusa y agrede nuestra inteligencia y hasta nuestra capacidad de compasión, ya no importa ante la urgencia de rescatar lo que somos, de defender lo que tenemos, de vivir en paz. Mientras lo escribo veo de vez en cuando la imagen que acompaña la voz obsesa, el insulto acostumbrado que confirma lo que escribo: se van vaciando los espacios, se profundizan los vacíos, se alejan los grupos. El desgaste es obvio, duro, indudable. LO que augura lo cruento, lo difícil. Este hombre arrastra la violencia, enfermo y delirante se aferra a la obsesión. Y los gorilas de su corte, los traidores ciertos de Venezuela que la han herido en su confianza y su fe, están allí, listos para el botín, la piñata destrozada, el espíritu mutilado. Una lucha muy difícil. Pero no imposible. “Como te quiero, Venezuela” ¡Ese es el grito de cada uno para hacerlo el himno de todos! ¡No es el momento de cantar destemplado, hinchado y disfrazado de serpentina el himno militar! Por Dios! Es Venezuela, y es el respeto, y es Bolívar civil y es un pueblo bondadoso y decente! Basta ya de este sainete barato! Estamos hartos de tanta payasada! A Chávez se le pasó la mano!!!!!
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ISA DOBLES