La Juez Dinorah González, juez quinta, acaba de darnos permiso para “hijoputear” a cualquiera. Comenzando con ella por permitirlo. Habrán muchos que de un extremo a otro del territorio nuestro están saboreándolo, pero la que va a sufrirlo es la madre del hijo de puta más reconocido aquí…No tiene nada que ver con María Teresa Castillo. Quien la conoce y sabe de su trayectoria y su condición humana, no identifica a esa mujer extraordinaria con el calificativo. Pero en cambio, así como Mario Silva puede endilgárselo a cualquiera, permite a más de media Venezuela utilizarlo también impunemente y los ánimos están tan caldeados que pasará de boca en boca. Si uno fuera vulgar, ordinario y mala gente, podría decir que fulanito es hijo de puta y gozarlo…hijo de la gran puta! O no dieron permiso para decir “gran puta”! pero quien detiene la sin razón? ¿La inmoralidad? Si usted cree que él es un hijo de puta dígalo! NO importa! Y así, al final, la hija de puta que dio permiso para calificar de hija de puta a cualquiera, el hijo de puta que abraza a hijo de puta que llama lo que quiera a una rectora, a una mujer, se multiplicará en miles de hijos de putas. Y así, abrazando hijos de putas, solidarios con hijos de putas como Gadafhi, Marulanda, Cano, nos daremos cuenta que la juez a lo mejor no sabía lo que hacía. ¡Que es una gran putada!
Perdónenme! Quería disfrutar la libertad de expresión dictada por la Juez!
¡Hasta el lunes!
Perdónenme! Quería disfrutar la libertad de expresión dictada por la Juez!
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ISA DOBLES