martes, 29 de noviembre de 2011

Los juegos de beisbol de este fin de semana suspendidos

Los juegos de beisbol de este fin de semana suspendidos y cambiados de agenda por la visita de Presidentes a la cumbre dicen por si solos de este estilo fuera de tiempo, decadente y ridículo de este gobierno. Quitarle a la gente ese entretenimiento para dar importancia al hecho político, decidido por el “dueño” de todo, es totalmente inconcebible. Es el “toque” provincial. La maquinaria sigue adelante en la arremetida ventajosa. Hoy las familias con hijos menores de quince años recibirán una cantidad jamás imaginada, igual los discapacitados, apartamentos, carros, neveras, todo para nutrir la veneración ignorante, la mendicidad que paraliza, la mano extendida que después será ignorada y humillada. ¿Cómo incentivar en un pueblo al que todo se da que tenga aspiraciones, ilusiones, objetivos? ¿Qué significa la dignidad para una mujer cargada de hijos de padres distintos que se fueron para no volver y de repente tiene lo que nunca aspiró tener sólo por un voto contra esa dignidad que ella no sabe cómo era? Eso es lo peligroso, eso es lo que envenena el alma de este pobre país rico. Esa es la ponzoña irresponsable que todos los días y ante cualquier exigencia moral responde con la violación absoluta de principios y leyes. Pero hoy, en las fotos que circulan, esta imagen de Hugo Chávez, terriblemente hinchado, verdoso, impresiona. A estas alturas uno todavía se impresiona. Yo pienso en esa personalidad de graves desórdenes mirándose al espejo. Tiene que verse, que reconocerse. ¿Cómo es posible que no reflexiones, que no genere sentimiento alguno de culpa con Henry Vivas, por ejemplo? ¿Con los presos políticos, con sus familias? Con la decencia del País? Diego Arria hace otra denuncia importante: la de la Universidad y la decisión judicial que favorece al expulsado por agraviar a la rectora y abrazó solidario…Es que no le permite la obsesión enfermiza de poder asumir el daño terrible que la distorsión de valores hace al País? ¿Nunca va a descansar en este empeño de pervertir? ¿No le dá miedo?

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ISA DOBLES