Esta foto es Venezuela…Imagínese por un instante
que ese muchachos con las manos atadas, sangrando, entre dos gorilas armados
con todo, es un hijo suyo…un hermano….un familiar o un entrañable amigo. Mire
bien las manos enguantadas, el “rolo” y el arma, y posiblemente también
lleve gas “del bueno”, anteojotes obscuros,
bien obscuros, pero no más que sus almas
conducidas al odio más profundo. La moto..el gesto….y esta es una imagen
con suerte porque todavía no lo han matado o lo han torturado , o lo han
violado “analmente” con un fusil como el examen forense calificó de positivo denunciado por el defensor de Derechos Humanos del Foro Penal Alfredo
Romero. Este muchacho está en camino a
un destino todavía impredecible que
depende de Nicolás Maduro envilecido de
poder y un Diosdado Cabello de perversa
soberbia y de un último chisme,
una reacción de gallardía de los estudiantes y de su propio miedo. Porque actúan como si jugaran guerra,
apuntando al azar, a la “ruleta rusa”
a la sien de Venezuela.
Cada vez se les complica más…porque
les resulta imposible detener ya este horror, si no han podido manejar la
falta de papel toilet, pregúntese usted que
abraza aterrada a sus hijos en desvelos de terror cómo van a
resolver esta situación de anarquía,
agresión y maldad? Porque no se
paran….Maduro sigue alimentando diferencias
para incitar al odio que ciega y compulsa gorilas, grupos armados, paramilitares, vagos,
ladrones y asesinos.
En una cínica
irresponsabilidad que cobrará
Venezuela, Maduro sigue con su séquito tarifado en regalías y manipulaciones obscenas como si nada pasara,
“durmiendo como un niño” mientras estas
lágrimas de ´ irreparable pérdida corren
por el alma de Venezuela. Cómo, c…, se puede
y hasta cuando agredir tanto, herir tanto y pretender que pueden seguir ahí, entronizados en el poder,
engañando y matando?
Se llenan la boca
con que los “cerros no bajan”. “Que solo el Este lucha” Pero
cada vez que quieren demostrar mayoría, hacen el ridículo.
Porque esa Venezuela
que utilizan no baja porque no resiste tampoco la crueldad, porque ese muchacho que llevan hoy puede ser su hijo mañana,
porque todavía la Venezuela buena es más que la mala. Porque ese dolor no se
olvida. Se cobra. Porque ya no se puede
vivir así, indefenso ante la crueldad y
el absoluto poder, viciado y corrupto, deshumanizado y burlón.
No se
puede seguir perdiendo hijos y
padres, escuchando disparos, ahogándose
en gases, violados y humillados por canallas. Sobre esto no hay nada que
“dialogar”.
Ayyyy, Nicolás!!!
Cada vez que veo un muchacho de esos, veo a mi hijo y sufro. Es un dolor tan grande. Esto no puede continuar. Hay que protegerlos y no dejarlos solos, pero la gente tiene miedo. Mucho miedo, pues este es un régimen dictatorial y usted sabe lo que son capaces de hacer.
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