“Se trata de un ser humano excepcional, que ha dado su vida por la vida de otros y queremos sumarnos a esa oración, decirle desde aquí: “fuerza, comandante; estamos con usted, el pueblo está con usted, Dios está con usted y aquí lo esperamos sano y vivo“ Foto: Google Esto lo dice Tania Díaz, diputada por el PSUV, ex Ministra, y apasionada “chavista”.
Porque no puede ser sino “pasión” asegurar que Chávez ha dado su vida por la de otros. ¿Por quienes? O ¿es que se le ha olvidado la lista de venezolanos que han y siguen perdiendo sus vidas en manos de esta ineficacia y este caprichoso y enfermizo manejo del poder del “paciente barines? Y si no acabo de entender esto, menos entiendo lo otro: “Aquí lo esperamos sano y vivo”. Se desbocan en la “jaladera” y hacen el ridículo. Porque eso de “sano y vivo” es tan, pero tan ridículo! Todo es parte de esta telenovela barata distorsionada y truculenta a la que se ofende y agrede sin pudor. Este “endiosamiento” tiene sus responsables. Cada vez que uno lee o ve estas manifestaciones incitando al culto a un militar golpista desconsiderado que miente por mentir y engaña por engañar, se horroriza.
Por su parte, en Táchira, Vielma Mora aseguró inflamado, intenso: Nosotros aplicaremos políticas coherentes, revolucionarias, libertarias, porque somos con orgullo hijos de Bolívar, somos los hijos de Chávez y ganaremos este 16 de diciembre”, dijo.
Y yo le pregunto a usted. ¿Le queda cómodo que le digan que usted es hijo de Bolívar? Porque el Bolívar que usted aprendió no es este de Chávez y eso de ser hijo de Chávez….¿cómo le cae?
Porque esa es otra mentira, otra manipulación que se administra a cada rato, a mí me ofende, me choca. Porque yo soy una bendecida de la vida.
Yo sé de un padre bondadoso, decente, uno de esos forjadores de la democracia útiles para el país y encima de todo, el que ofreció la lección de amor que ha guiado mi vida: me adoptó. Yo soy una hija de un amor que me enseñó hasta muriendo sirviendo calladamente a Venezuela: murió en un accidente de aviación un 28 de Diciembre, en el peor chiste malo de un Día de los Inocentes cuando iba a cumplir la palabra empeñada a trabajadores de Boconó. Tenía 52 años.
Cuando uno tiene referencias como esa, se compromete con esa herencia y todo esto que es una fantasía truculenta construida sobre falsedades, intereses y vicios, te reclama una posición en la vida que no puedes ignorar.
Por eso es tan, pero tan importante, no dejar de luchar para tumbar la mentira, el servilismo, para recuperar la Venezuela de la memoria que sembró en nosotros la humildad y el respeto.
No podemos resignarnos a sobrevivir simplemente. Tenemos que sembrar….y que crecer.
El domingo….vota!
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ISA DOBLES