Las regiones están expuestas hoy a la avalancha voraz de mentiras, amenazas, insultos, de una corriente que enarbola una figura fantasma como bandera. Aristóbulo pone en aprietos a su comando refutando una infortunada declaración sobre el accidente aéreo ocurrido a su adversario: “Barreto Sira se salvó del accidente pero de nosotros no se salva”. ¿Qué es esto?
Y después se inventan un montón de mentiras acusando a la oposición a quien señalan de desear lo peor al Comandante. Por otro lado, Jaua, retaco y arrogante asegura que el “Plan de seguridad para Miranda asegura mecanismos para preservar la vida”. ¡Ajá! ¿Y dónde diablos estaban esos “mecanismos” durante su Vicepresidencia y donde peor estaban durante catorce años de contar miles de miles de muertes de este mismo Chávez que hoy se las sabe todas para defender esas vidas? De inmediato, en los comentarios, un lector riposto:
“Recuerdan que en el 2004 el vicepresidente de Venezuela era Elias Jaua, el alcade Mayor Juan Barreto, el Alcalde de Sucre papi papi Rangel Avalos y el Gobernador Diosdiablo corrupto Cabello y que paso en Miranda un desastre se robaron toda la plata, ahora quieren volver para desbancar a nuestro estado Miranda pero el pueblo con su gobernador Henrique Capriles seguirán adelante.”
Por su parte, el Min Villegas anunció que Chávez firmó en La Habana la designación de 15 nuevos Embajadores y alguno por ahí confirmó que Chávez estaría en la próxima Cumbre…y si eso es así…cómo funciona que el permiso concedido para un nuevo tratamiento incluya viajes como ese?
Todo es una madeja de mentiras y mala fé. Es impresionante como se engaña y como se atreven a desafiar ¡A MENTIRA LIMPIA LA MISMA SUERTE! Cuando uno estaba chiquita en la escuela y tenía que faltar a clase era incapaz de usar una enfermedad falsa como justificación por un elemental respeto a la verdad misma que podía “castigarte”, pero eso no existe en este espíritu rojo rojito. Afortunadamente quedan algunos que se resisten a olvidar lo enseñado. Y cumplen con ese compromiso sagrado de no engañar: mi abrazo a Leopoldo Castillo.
Su aceptación del cáncer descubierto que le afecta es una demostración no sólo de valor, sino de ese reconocimiento a la Venezuela que lo sigue y cree en él. Porque cuando uno empeña la verdad como razón de vida en su condición de servidor público, no puede ignorar esa obligación ni en los momentos más duros de la vida. Y así es que se abren caminos. Siendo lo que uno dice. Leopoldo es creyente. Es un hombre de fe. Y sabe que lo acompañaremos en nuestras oraciones. Desde lo mejor de nosotros mismos. Y eso hoy, es importante!
Columna original para ANALITICA.COM
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ISA DOBLES