La carta de Ivana Simonovic, la hija de Bony e Iván, una preciosura de niña que he visto crecer con ese dolor inmenso que siempre la acompaña en su adolescencia y que le llega a uno al alma.
Ella y su hermano, Iván, son testimonio desgarrado de la enfermiza y obsesa mente de Hugo Chávez. Lo que se ha hecho con este caso no tiene, en la historia de Venezuela, nada que se le parezca aunque algunos otros pelean también este primerísimo y único lugar.
Cada vez que lo humano en toda su exigencia me preocupa cuando por este sopor informativo sobre la salud de Hugo Chávez es sacudido por presunciones, desinformación y hechos innegables que lo ponen a uno hasta a considerar lo que significa para cualquier persona esa dolencia que se ha tenido cerca del propio corazón en familiares y amigos entrañables, cierro los ojos y recorro en mi mente las lágrimas provocadas por los sufrimientos de esta Venezuela desgarrada en cuerpo y alma por la perversidad fría y cruel de este hombre.
Y por supuesto, regreso a mi sentimiento de rabia y profunda lealtad a Iván, Bony, y sus hijos. Porque estos niños han extrañado a un padre maravilloso por casi nueve años que no regresaran. Porque Bony en una lucha intensa, de total entrega, culta, bella, padre y madre de esos hijos solitarios en un pedazo de sus corazones, ha llorado la soledad injusta, la inclemencia, ha tenido que amanecer cada día sacando fuerzas de su alma destrozada en angustias y amor para sonreírle a la vida y esconder el miedo por el esposo inocente, noble y tremendamente solo entre rejas de odio.
Y cuando ellos ocupan mi mente, mis recuerdos y mi alma, olvido la consideración a quien no la merece, a quien ha hecho sufrir tanto esta Venezuela que amo apasionadamente, que llevo en mi pulso sin tregua. Porque Bony, Ivana, Iván padre, Iván hijo, la Jueza Afiuni, los comisarios también enfermos de cáncer esperando un gesto de humanidad del todo poderoso enfermo desde su mente de graves desórdenes, son este País con un hombre enloquecido, sin compasión ni respeto por el otro ser humano.
Radio o quimio terapias, cámaras de oxígeno, nada de eso va a cambiar a este hombre despiadado. Que no sorprendería a nadie que realmente los propósitos fueran otros para irse a Cuba.
Como reunirse con los “socios” de las FARC.
Uno no puede caer en la trampa de subestimar una serpiente….
...Dios tarda...PERO NO OLVIDA. y la injusticia que comenten contra esta familia, y las demás, van a ser canceladas. Dios nos darà vida para verlo
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