Exclusivo para mi blog.
Eduardo Fernández renunció a sus aspiraciones como pre candidato a las primarias y está bien que haya tomado esa decisión que significa una clara visión de lo que hoy vive este país. Porque lo primero que se exige a cualquiera es que primero que nada, tenga un gran respeto por sí mismo y una determinante claridad en su actuación. Se están presentando ya iniciativas para contribuir a las respectivas campañas porque la oposición no tiene el dinero de todos manejado por el poder absoluto que tiene Chávez . Y aunque pareciera una injusticia, habría que buscar más bien cuan injusto sería que quienes no tienen ninguna esperanza, redujeran las posibilidades de los que si las tienen.
Eduardo Fernández renunció a sus aspiraciones como pre candidato a las primarias y está bien que haya tomado esa decisión que significa una clara visión de lo que hoy vive este país. Porque lo primero que se exige a cualquiera es que primero que nada, tenga un gran respeto por sí mismo y una determinante claridad en su actuación. Se están presentando ya iniciativas para contribuir a las respectivas campañas porque la oposición no tiene el dinero de todos manejado por el poder absoluto que tiene Chávez . Y aunque pareciera una injusticia, habría que buscar más bien cuan injusto sería que quienes no tienen ninguna esperanza, redujeran las posibilidades de los que si las tienen.
Y esa apreciación, como en el caso de Eduardo, tiene que nacer de la auto reflexión de ellos mismos para no empañar con intrigas y ex abruptos, este camino difícil, pero perentorio, que transitamos.
Y comentando sobre todo un poquito para abrir la semana, no quiero caer en las mismas lamentaciones por las expropiaciones, corrupciones, armas, arrogancias y amenazas del paciente con “cara de luna” del síndrome de Cushing que fuentes médicas diagnostican. Pero si vale la pena la referencia del cáncer de Lula. Por la manera como el ex presidente brasileño pone en manos del médico el parte que informa sobre ello. Impresiona como Dilma Rouseff, Lugo, Lula, Chávez, enseñan al mundo la urgencia de trabajar por la posibilidad de lograr respuestas a la voracidad del cáncer.
Forero, Peña Esclusa, Rodríguez, sin las ventajas del poder, libran su batalla inclemente también. Y ahora también nos duele la información sobre Henry Vivas. Más allá de lo personal, el ser humano no puede vencer su peor enemigo. Y mientras recorremos el durísimo camino hacia la justicia en la tierra para que todos tengan las mismas armas para combatir al enemigo común y cruel, no ignoremos que esos hombres que no tienen médicos extranjeros ni aviones lujosos ni publicidad por el poder que les dimos, nos necesitan en el apoyo humano, en el hombro amigo.
NO podemos ser indiferentes. No nos está permitido.
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ISA DOBLES