José Antonio Páez no será más pequeño porque un militarcito de poca monta y mucho petróleo lo insulte y acuse.

Acaba de finalizar la cadena desde la academia militar. Un Chávez con peinado “hitleriano”, hinchado, “enfluxado”, con corbata roja a pesar del luto oficialista que requería la muerte de un “soldado” de la Patria como Carlos Escarrá, arremetió contra José Antonio Páez, el traidor, el oligarca, el apátrida. Descubrió una figura en un libro que no había leído y descargó su rabia, su miedo, su desesperación. Frente a esa figura desenfrenada, cuadros de las distintas fuerzas como en un jueguito de guerra, la voz engolada, dando órdenes, en un careo personal con el personaje histórico que no puede pedir derecho a réplica, como escribía Ravel en el Twitter, ni defenderse de esta embestida que lo que escondía era la “inmensa arrechera” contra la oposición que había asestado una cuchillada certera en el corazón que galopaba desenfrenado, en ritmo enfermizo. Apareció la anciana madre, humildemente vestida, demasiado humilde para ser cierta en un acto asi, y el soldado llanero. Oh, casualidad! Llanero y moreno. Igualito a los traicionados por Páez que se vendió a los burgueses. LA voz al decir “PAATRIAAA”, arrastrando la letra final agónicamente, era para arrancar, en otro recinto, y cerrado, aplausos ensordecedores. No se atrevieron los asistentes a romper el protocolo y el silencio de aquellos muñequitos uniformados. Tras todo esto teatral y planificado en todos sus detalles, banderas y uniformes, el ardor de la imagen fresca, desafiante, de dos muchachos enseñando con coraje y talento, que si se puede, que hay otra Venezuela, que ese cuento de un pueblo armado contra su propio pueblo, de una estabilidad que solo defiende una empobrecida caricatura del poder, no es la única salida. Muy de paso, el rostro hinchado también de ira contenida de Diosdado Cabello, una “parada” militar fuera de tiempo, congelada en la intención perversa. Páez no será más pequeño porque un militarcito de poca monta y mucho petróleo lo insulte y acuse. Ese lugar se lo ganó en su momento y sin ventajas. Siempre estará alli, en nuestras raíces. Hugo Chávez no está en su ranking…..