Así como los funcionarios chavistas mantienen viva la presencia de Hugo Chávez porque “él puede estar donde quiera y por lo que quiera “sin que eso signifique que tenga que cumplir con la Constitución, así también recorre titulares del mundo por esas donaciones que pródigamente ofrece aquí y allá.
No sólo el “maletín” de Antonini, señalado como aporte a la campaña electoral de Cristina o el reconocimiento de la Universidad de La Plata y su Facultad de Periodismo justo cuando se realizaban los bloqueos de distribución a los dos diarios más importantes de la Argentina, “Clarín” y “La Nación”. Una distinción polémica que no hizo ningún bien a la Universidad que no permitió la presencia en el acto a periodistas independientes. Ahora, mientras convalece en La Habana, vuelve a estar en la noticia. No porque haya angustia por ese “absceso pélvico” o por lo que finalmente sea, sino porque se investiga si otra “donación”, esta vez entregada a las Madres de Mayo, hoy señaladas de graves casos de corrupción:
“Una de las fuentes de financiamiento internacional de la universidad de las Madres fue Venezuela. Una fuente diplomática reveló a Clarín que, por ejemplo, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, “ aportó, por lo menos, un millón de dólares para las cátedras del pensamiento bolivariano” que funcionan en la universidad. La fuente no sabe si el aporte quedó legalmente registrado.
Paralelamente, el diputado del PRO, Julián Obiglio, presentará ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, un pedido de informes para que se hagan públicos los aportes internacionales recibieron las Madres. La semana pasada Obiglio recibió un pedido por escrito de los diputados venezolanos de la opositora Unidad Democrática; Miguel Ángel Rodríguez y Carlos Berrizbeitía, quienes sospechan que Chávez le dio plata a las Madres.”
Por supuesto que la Universidad de las Madres recibió otras donaciones. Hasta del gobierno de Galicia, que retiró la donación cuando las Madres apoyaron al grupo terrorista ETA. Lo que no es extraño es que Venezuela, con Chávez representándola, aparezca en cualquier caso de corrupción. Porque con esa “capachería” que le caracteriza, se convirtió en “panita burda” de Hebe Bonafini. Todo se mezcla en una tenebrosa amalgama y aparece señalado otro que lo fue en el caso de Antonini:
“Luego de la difusión de dos contratos en los que surge que el control de las obras levantadas por la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo corresponde a la Nación, desde la oposición volvieron a apuntar contra el ministro de Planificación, Julio De Vido.”
Y para cerrar el capítulo “por ahora” la Universidad de La Plata, de inmediato, da el mismo premio “Walsh” que dio a Hugo Chávez, a la “madre de las madres” Hebe Bonafini que, según la opinión gaucha, “ha traicionado la importancia y dignidad del ícono que fueron”.