Una de las cosas mas importantes del momento que vivimos es aceptar que tenemos que madurar, que sin hacerlo no llegamos a ninguna parte y que este País que nos deja Hugo Chávez no es el mismo y es un foco de odio y corrupción que ha contaminado el espíritu de una Venezuela que hasta que él llegó al poder fracturando lógica y principios, tenía una reserva moral y democrática que alejaba lo perverso y la crueldad. Ahora, además de traidores a la patria, asesinos, cobardes, escuálidos, hijitos de papá y mamá (afortunadamente), lacayos del imperio, somos “majunches”. Lo de ser un venezolano digno, orgulloso de serlo, bondadoso, decente, trabajador, talentoso, no tiene nada que ver con nosotros. Y solo nosotros podemos demostrarle a este depredador de sueños, usurpador de ideales, asesino de sentimientos y gentilicio, que está equivocado demencialmente. Y para ello y para rescatar la Venezuela posible de progresar, unirse y vivir en paz, tenemos que poner de lado esta containación perversa y vil. Que comienza con respetarnos unos a otros en cualquier plano de la vida cotidiana.
En estos días se siente un profundo despetar de la apatía con un sutilísimo reclamo a la MUD, Mesa de la Unidad, porque parece sorda a la realización de primarias exigida por la mayoría que se manifiesta en la opinión pública a través de las redes sociales, incluyéndome. Porque son varias las columnas ya y las encuestas en Twitter que he provocado logrando una respuesta muy solidaria y vigorosa. Una cosa es la Mesa de la Unidad. Y otra la gente. Pero en recientes reuniones con líderes comunales que trabajan activamente y sin pantalla con grupos activos en diferentes candidaturas, se escuchan cosas.Hay que definir nuestra actitud frente a las intrigas, las componendas y los chismes.
Hay que descubrirlos, debatirlos, razonarlos, para que los venezolanos tomen posición ante ellos y lo que es mucho mas importante, asuman su propia responsabilidad, aprendan, en la exigencia de esta circunstancia, su compromiso con lo mejor de si mismo y este país que ya no puede convocarlos más, que está tan asombrado como muchos de nosotros por esta indolencia y esta pasividad, esta necedad dolorosa de esperar que los gringos o un milagro solucionen lo que no hemos sabido lograr.
Porque si nos seguimos equivocando no nos salva nadie! Los intereses, los vicios, los anhelos personales, tienen que ponerse a un lado. No hay nada mas importante y prioritario que el país.
Yo, a estas alturas, no podría decir por cuál candidato votaría ... pero rechazo cualquier corriente que trate de cerrar las puertas a un Antonio Ledezma porque “es el pasado”. Es muy fácil condenar así a un hombre que tiene trayectoria, clase, que sería incapaz de usar esas armas a veces inconcientes, en la lucha política contra otro. O urdir maniobras torcidas contra un Capriles Radonski porque puntea en las encuestas. Tenemos que exigir transparencia y ofrecerlas también. DE eso depende la fuerza para salvar esta Venezuela de hoy cuando Chávez sea sacado del poder. Si desconfiamos de nosotros mismos, no salvaremos a nuestros hijos y nietos de la barbarie, el odio y la venganza.
El Diablo trabaja mejor en la oscuridad.
Querida Isa,
ResponderEliminarEste artículo es brillante. Es indudable que entre las cosas que necesitamos recuperar es el respeto por la trayectoria de personajes públicos, bien sean políticos o no. El respeto por la historia, el respeto por quienes conforman esa historia, e indudablemente el respeto por nosotros mismos. Hay tanto por sanar en esta Venezuela tan amada... tanto por sanar.
Gracias mil por continuar siendo una referencia maravillosa del país en el cual creo!
Un abrazo